En un comunicado enviado a ABC, el Pleno del Consejo Superior de los Colegios de Arquitectos de España respeta las decisiones judiciales, pero manifiesta su «preocupación por la judicialización de la arquitectura que, en este caso, -añade- supondría la agresión a una importante obra cuya entidad arquitectónica actual fue concebida mediante un proyecto de gran calidad, provisto en su momento de todas las aprobaciones legales pertinentes y merecedor de amplio reconocimiento internacional».

La cultura de la queja

Carlos Hernández Pezzi, presidente del Consejo Superior de los Colegios de Arquitectos de España, señalaba a ABC que lo que quieren es «un debate público, porque nosotros respetamos la intervención judicial pero, en el caso del Teatro de Sagunto, opinamos que ejecutar la sentencia sería un error irreversible. Los criterios arquitectónicos van cambiando y la restauración no es hoy lo que era cuando se hizo la ley de Patrimonio, por lo que poner a los jueces en estos dilemas y sobre todo bajo presiones políticas o sociales del momento no parece lo más acertado. Además, si siguiéramos por ese camino entraríamos en una tendencia suicida. Esto es un rebrote de la «cultura de la queja» sin criterio alguno, cuando todo lo valioso surge de la apuesta por criterios, argumentados, legales y legítimos, pero desde luego opino personalmente que volver al pasado no es ningún criterio».