Margot Molina | Sevilla www.elpais.com 03/10/2010
Un seminario analiza la compatibilidad entre ruinas arqueológicas y nuevos usos.
Cien personas, entre profesores y alumnos, de ocho universidades españolas, italianas y una alemana decidieron la pasada semana en Sevilla ejercer de mediadores entre una pareja que nunca se ha llevado bien: arquitectura contemporánea y arqueología. Dentro del seminario internacional Itálica. Time & landscape celebrado en el conjunto arqueológico de la ciudad romana ubicada en el actual término municipal de Santiponce, una decena de equipos formados por académicos de varios países presentaron el viernes sus propuestas de intervenciones sobre tres áreas del recinto. Las propuestas, que fueron expuestas ante representantes de la Consejería de Cultura y José Ramón López, el recién nombrado director del conjunto, ofrecen soluciones para resolver las relaciones del recinto tanto con el área del teatro romano como con su acceso actual junto al anfiteatro y con un posible acceso futuro por el sur, cerca de las termas menores.
«Estas relaciones hoy se presentan desestructuradas, inconexas y faltas de calidad espacial, incluso con apariencia, a veces, de ser áreas marginales o sin resolver desde el punto de vista del paisaje urbano», explica el arquitecto Antonio Tejedor, director del seminario junto al también arquitecto Mauro Marzo, de la Universidad de Venecia.
«La arquitectura contemporánea puede tener la posibilidad de reponer los pedazos difuminados de una ciudad que ya no tiene una forma comprensible pero que es el testimonio de otra época», explica Alberto Ferlenga, catedrático de Proyectos del Instituto Universitario de Arquitectura de Venecia (IUAV), autor de numerosas monografías de arquitectos y comisario de exposiciones. Ferlenga es uno de los especialistas que ha participado en el seminario junto a Guillermo Vázquez Consuegra -autor del Centro de Interpretación del conjunto romano de Baelo-Claudia (Tarifa, Cádiz)- e Ignacio García Pedrosa.
Para Ferlenga, quien desde 1996 es editor de la revista de arquitectura Casabella, el futuro de la relación entre los restos arqueológicos y la arquitectura contemporánea es «una interacción que consiste no en superponer, sino en aportar usos distintos que sean compatibles con el valor histórico de los restos».
«En Italia, la relación entre arquitectura y sitios arqueológicos está muy desarrollada en la teoría, pero tenemos un poderoso departamento de sobreintendencia arqueológica que siempre tiende a resolver las cosas apostando por la conservación. Actuaciones como la de Rafael Moneo en el Museo Nacional de Arte Romano de Mérida o Giorgio Grassi con la restauración del teatro romano de Sagunto son impensables en Italia», comenta Ferlenga.
Según el catedrático de Proyectos italiano, hay que distinguir entre los monumentos emblemáticos, como el Partenón de Atenas, en cuyo caso apuesta por la consolidación y la conservación, y los sitios arqueológicos de menor importancia que son «incomprensibles para la gente común». Es en los segundos en los que Ferlenga apuesta por cambios de uso e intervenciones arquitectónicas contemporáneas. «Se trata de restaurar las relaciones que existían en la ciudad, principalmente con el paisaje y también con los vacíos. En los foros romanos, tan importante son sus edificios, lo que está lleno, como sus vacíos. Ambos tienen el mismo valor», puntualiza.
«Los conjuntos arqueológicos pueden llegar a destruirse también por el exceso de conservación que se transforma en un embalsamamiento. Eso es lo que ocurre en sitios tan masificados por el turismo como Venecia o Pompeya, son víctimas de sus propias máscaras y no pueden cambiar», concluye.