Universidad de Murcia www.universia.es 15/2/2008
Entrevista a Alicia Morales Ortiz, directora académica del proyecto Odysseus
La Universidad de Murcia ha sido seleccionada entre 54 propuestas para potenciar la enseñanza del Griego moderno en Europa a través del proyecto «Odysseus». Una iniciativa financiada por la Comisión Europea con más de 250.000 euros y dirigida por la profesora de la Facultad de Letras, Alicia Morales Ortiz. A continuación, la directora académica de «Odysseus» nos explica este proyecto.
El proyecto presentado por la Universidad de Murcia fue seleccionado junto con otros cinco de distintos países de un total de 54 propuestas que recibió la Agencia Ejecutiva encargada de su adjudicación. Junto con la Universidad de Murcia participaron otras instituciones de Grecia, Bulgaria e Italia.
El objetivo de conseguir una mayor difusión de la enseñanza del griego moderno en Europa en todos los niveles educativos cuenta para ello con la difusión de los materiales didácticos necesarios, la organización de cursos y seminarios y la celebración de coloquios y otras actividades.
Desde que se introdujo el estudio del Griego moderno en la Universidad de Murcia, en el curso 1998-99, desde el Departamento de Filología Clásica, en colaboración con el Decanato de Letras y el Vicerrectorado de Comunicación y Relaciones Internacionales, se realiza una intensa labor para su consolidación.
Entrevista a Alicia Morales Ortiz, directora académica del proyecto Odysseus
Licenciada en 1992 en Filología Clásica por la Universidad de Murcia con el Premio Extraordinario de Licenciatura, y Doctora en Filosofía y Letras, Sección Filología Clásica por la Universidad de Murcia en 1997.
-¿Nos puede describir a grandes rasgos en qué consiste el proyecto Odysseus?
Entre los años 2003 y 2007, nuestra red de socios ha trabajado, con financiación de los programas europeos Sócrates y Leonardo Da Vinci, en la elaboración de una serie de materiales multimedia para la enseñanza del Griego moderno (concretamente se han realizado tres CD titulados Travel to Greece III, Greek for Business y Greek for Science). El proyecto «Odysseus», cuyo nombre completo es Odysseus for the Dissemination of Modern Greek Learning and Teaching Materials, pretende la difusión y explotación de estos materiales didácticos en el marco más amplio de la promoción del aprendizaje del Griego moderno en Europa.
El proyecto ha recibido financiación de la Comisión Europea dentro del nuevo programa Long Life Learning en la Actividad 4 (“Dissemination and Exploitation of Results”), está coordinado por la Universidad de Murcia y participan como socios instituciones de Lecce (Italia), Atenas (Grecia) y Plovdiv (Bulgaria). A grandes rasgos, Odysseus incluye actividades de difusión de los materiales (por medio de su distribución entre instituciones educativas y por medio de la creación de una plataforma virtual en la Red), la organización, en todos los países socios, de cursos de Griego moderno para estudiantes y para profesores, y la puesta en marcha de seminarios y jornadas sobre la lengua griega moderna y su enseñanza.
-¿Qué supone para usted dirigir un proyecto de esta envergadura?
En cierto modo, la concesión del proyecto es un reconocimiento a una intensa labor que venimos desarrollando en los últimos años en la Universidad de Murcia para la promoción del estudio del Griego, y es un extraordinario impulso al trabajo realizado en nuestra red de socios. Personalmente, la coordinación del proyecto «Odysseus» supone una gran responsabilidad y va a requerir muchas horas de trabajo, pero también la gran ilusión de poder desarrollar y materializar una serie de actividades sobre las que llevamos tiempo trabajando.
-El proyecto presentado por la Universidad de Murcia fue seleccionado junto a otros once de distintos países de un total de 54 propuestas. ¿Por qué cree que fue elegido?
Yo creo que la seriedad y solidez de nuestra propuesta estaba avalada por el trabajo previo realizado entre los socios y los resultados obtenidos. Además, nuestro proyecto entra de lleno en las áreas de interés de la Comisión Europea, que se ha fijado como objetivos promocionar la multiculturalidad y el plurilingüismo en Europa, ya que «Odysseus» pretende la promoción de una lengua europea minoritaria y, por extensión, la difusión de la herencia cultural y lingüística del área euromediterránea.
-¿Cuáles son los objetivos que se quieren alcanzar?
Como ya he indicado, el proyecto «Odysseus» ha previsto un conjunto de acciones de distinto tipo y dirigidas a diversos destinatarios (estudiantes, profesores, emigrantes…), cuyo objetivo fundamental es la promoción del aprendizaje del griego moderno y el intercambio de experiencias académicas sobre la didáctica del Griego como lengua extrajera. Además, nuestro proyecto tiene un objetivo más general y ambicioso, que es difundir y acercar al público de Europa la riqueza de la lengua y la cultura de la Grecia moderna, todavía una gran desconocida en el contexto español y en el europeo.
-¿En qué carreras está actualmente incluido el estudio del Griego?
Actualmente en España, al no existir la especialidad de Filología Neohelénica, el Griego moderno (y también algunos rudimentos sobre literatura neohelénica) suele encontrar un hueco dentro de los planes de estudio de la titulación de Filología Clásica, aunque el número y nomenclatura de las asignaturas concretas depende de cada Universidad. Además, generalmente está incluido como lengua extranjera en el resto de las licenciaturas en Filología.
En los últimos años se está introduciendo también cada vez más en la licenciatura de Traducción e Interpretación. Es el caso, por ejemplo, de la Universidad de Murcia, que este curso ha comenzado a impartirlo en este título como Lengua D (se estudia durante dos años).
-¿Nos puede contar cómo fue la presentación del proyecto en Bruselas?
La experiencia en Bruselas fue muy interesante. Mantuvimos diversas reuniones con responsables de la Comisión Europea y con técnicos de la Agencia Ejecutiva a los que presentamos el proyecto en detalle y con los que pudimos debatir algunos aspectos técnicos para el buen desarrollo de su gestión que, debo decirlo, es muy compleja. Por lo demás, tuvimos la oportunidad de encontrarnos con coordinadores de otros proyectos procedentes de toda Europa, de áreas muy diversas, y de intercambiar pareceres y experiencias. Personalmente volví impresionada del gran esfuerzo que está haciendo la Comisión por fomentar los vínculos entre instituciones de distintos países y por crear redes de trabajo a nivel europeo.
-¿Por qué cree que está tan arraigado el estudio del Griego antiguo, lengua muerta, y no se ha potenciado hasta ahora el griego moderno?
Bueno, yo creo que son dos temas distintos. El estudio del Griego antiguo y sus textos y, en general, de la literatura, el pensamiento y la cultura de la Antigüedad greco-romana tienen una arraigada e importantísima tradición en la historia europea –forma parte esencial de la historia espiritual de Europa- y, a mi juicio, supone una de las empresas intelectuales más sólidas y ambiciosas de la cultura occidental.
En tanto que filólogos clásicos e investigadores considero que nuestra labor es conservar este legado, reflexionar sobre él y profundizar en nuestro conocimiento, y, por supuesto, enseñarlo, traducirlo, divulgarlo y hacerlo accesible a la sociedad. Y pienso que debe ser una demanda de la propia sociedad. Es una tradición que no puede desvanecerse: sería como olvidar de dónde venimos y dónde están nuestros fundamentos culturales.
Al margen de ello, es cierto que el prestigio del mundo antiguo y de esta tradición clásica ha hecho que a veces se olvide que el griego es una lengua que se siguió hablando y escribiendo, que se mantuvo en continua evolución tras el fin del mundo antiguo. Hoy es una lengua viva, una de las lenguas modernas de historia más larga y de una impresionante riqueza cultural. Parafraseando a Seferis en su discurso de agradecimiento del Nobel en 1963, actualmente el Griego es la lengua de un país muy pequeño, pero tiene una enorme tradición que se ha mantenido sin interrupciones hasta hoy.
De hecho, el estudio del griego antiguo y del Griego moderno -que son, en definitiva, la misma lengua- pueden ser complementarios, y así está comenzando a contemplarse en los últimos tiempos. Aprender griego moderno te da una mayor perspectiva a la hora de estudiar el Griego clásico y, al contrario, muchos de los que se acercan al griego moderno acaban retrocediendo hasta el griego clásico en un afán por abarcar esta lengua en toda su amplia historia.
En cuanto a la situación actual del griego moderno en España, es cierto que los últimos años estamos asistiendo a una potenciación de su enseñanza en los niveles educativos superiores. Creo que ello tiene que ver con varios factores. Por una parte, con un cierto cambio de perspectiva: es decir, la superación de la rígida separación entre griego antiguo y griego moderno y la extensión de la idea de que el Griego es una constante que ha atravesado distintos periodos: antiguo, medieval, bizantino, moderno, todos ellos merecedores de estudio y promoción.
Por otra parte, en el cambio de situación están influyendo también las políticas lingüísticas que buscan la protección de las lenguas europeas “débiles” frente a las “fuertes”. Junto a ello, pienso que entre el público culto hay, frente a cierta uniformidad de este mundo globalizado, un creciente interés hacia las culturas que podríamos llamar “periféricas” y menos conocidas. En el caso del Griego, por ejemplo, ello se manifiesta también en el hecho de que el mercado editorial esté publicando un número cada vez mayor de traducciones de literatura neogriega, hasta hace poco tiempo prácticamente desconocida en este país fuera de los reducidos círculos de los especialistas.