El Día de Cuenca, 1 de septiembre de 2001

Piezas arqueológicas de Cuenca se expondrán en Segovia y Ávila

Entre los objetos que se llevarán a Ávila destaca el "Morillo" del yacimiento de Reíllo, una pieza "única"

M.J.S. - Cuenca

El Museo de Cuenca va a ceder distintas piezas de su colección para que puedan formar parte de dos importantes exposiciones que se van a organizar en nuestro país.
La primera de ellas se va a desarrollar del 11 de octubre al 31 de marzo en la Real Fábrica de Cristal de la Granja de San Ildefonso (Segovia). Con el título "Vidrio Romano en España. La revolución del vidrio soplado" se van a recopilar las piezas más importantes de vidrio romano con las que cuentan los museos españoles. Según comentaba a nuestro periódico la directora del Museo de Cuenca, Concepción Rodríguez, esta exposición, organizada por la Fundación del Centro Nacional del Vidrio, tiene como principal objetivo "dar a conocer de forma monográfica y didáctica la repercusión que tuvo la invención de la caña de soplar vidrio en el siglo I antes de Cristo" ya que, según añadió, a pesar de ser una técnica de aparición tardía ha sido una de las más revolucionarias y se ha mantenido hasta la actualidad. Aunque se desconoce quién la inventó ­se supone que surgió en el próximo Oriente hace 2000 años­ esta técnica supuso una verdadera revolución porque ofrece muchas posibilidades plásticas y puso al alcance de la toda la sociedad, en general, los objetos de vidrio.
Para esta exposición el Museo de Cuenca prestará, con la correspondiente autorización ministerial, seis objetos de vidrio de la época tardo romana o del Imperio Romano que se encuentran en sus fondos. Por una parte se llevará a Segovia un pomo de vidrio de una tumba, hallado en el yacimiento de Albalate de las Nogueras. Se trata de un frasquito pequeño, con la base ancha y la boca estrecha, que pudo ser utilizado para contener perfumes u otras sustancias en los enterramientos funerarios.
Asimismo está previsto llevar a la exposición una urna de vidrio de forma redondeada que fue encontrada en Segóbriga y que contenía restos de una incineración; un palito de vidrio que se utilizaba como removedor de perfumes o cosméticos; una jarra de vidrio de Albalate de las Nogueras que podría haber sido utilizada para llenarla de vino, agua o otras sustancias en un ritual de enterramiento; un vidrio plano soplado que correspondía al cerramiento de una ventana de arco de medio punto encontrado en el yacimiento de Ercávica, y por último, el Museo de Cuenca prestará a la Real Fábrica de Cristal de la Granja tres fragmentos del denominado "vidrio de lujo" realizado con la técnica italiana del "milleciori" con la que se consigue imitar la vetas de las agatas.
La segunda de las exposiciones a las que irán las piezas del Museo de Cuenca es la titulada "Celtas y Vetones" que está organizando el Museo de Ávila con el patrocinio de la Diputación de aquella provincia y la Junta de Castilla y León en el antiguo almacén visitable de Santo Tomé y que se prolongará del 26 de septiembre al 9 de diciembre. En esta muestra, cuyo comisario es Martín Almagro, se recopilarán distintos objetos que ayudarán al visitante a entender el significado de los pueblos celtas europeos y en concreto de los hispanos.

Restauración

Una de las piezas conquenses de más valor y en palabras de la directora del Museo "única" es el denominado "Morillo de Reíllo". Se trata de una escultura en forma de carnero, de arcilla sin cocer con decoraciones incisas que puede datarse entre los siglos VIII y VI antes de Cristo y que fue hallada en el yacimiento de la localidad conquense de Reíllo en la campaña del año 1976 por Margarita Maderuelo y Josefa Pastor, quienes en un principio consideraron a esta pieza como parte del material de un enteramiento funerario . Para poder desplazar esta pieza Marta Díaz y Elena Suay ­hija de Francisco Suay, descubridor del yacimiento de Reíllo­ están realizando un complejo y delicado proceso de restauración. Además a la exposición que organiza el Museo de Ávila el Museo arqueológico de Cuenca enviará "La perdiz de Olmedilla" (una figurita de cerámica de terracota) y un lingote de hierro localizado también en el yacimiento de Reíllo.