Andalucia24horas.com,
1 de noviembre de 2001
Expertos andaluces analizan en un estudio
las costumbres funerarias de la Hispania romana
El Servicio de Publicaciones
de la Universidad de Córdoba (UCO) ha editado recientemente el libro 'Funus
Cordubesium. Costumbres funerarias en la Córdoba romana', en el que un grupo
de expertos del seminario de Arqueología coordinados por el profesor
Desiderio Vaquerizo ofrecen, "de modo asequible al lector", un
acercamiento "sintético pero riguroso" al mundo funerario romano
de Córdoba y por extensión de toda Hispania y del resto del imperio.
Para lograr este afán divulgativo, la obra, fruto de tres años de
investigación, se divide en capítulos, sin exceder de las dos páginas, que
analizan desde aspectos como la legislación, los ritos y áreas funerarias
hasta los tipos de enterramientos. Asimismo, recoge una selección de textos
sobre la concepción de la muerte de los romanos, varios epitafios cordobeses
traducidos y un glosario de términos latinos.
Según explicó Vaquerizo, el libro pretende ahondar "por primera
vez" en el modo de entender la muerte que tenían los habitantes de la
Hispania romana, concretados en los habitantes de una de las ciudades más
importantes del momento, Cordoba, la capital de la Bética.
A este respecto, el profesor señaló que los habitantes del imperio romano,
aunque no tenían una creencia clara respecto al "más allá",
daban una importancia "extraordinaria" a la muerte, de modo que uno
de los elementos esenciales de su vida era preparar la que iba a ser su
tumba.
Las tumbas eran consideradas como un elemento prioritario "para ilustrar
el poder social y económico" del enterrado y por ello cuidaban muy bien
el lugar elegido para su instalación, así como su monumentalidad y aspectos
ornamentales.
INFLUENCIAS EN LA ACTUALIDAD
En este punto, a juicio de Vaquerizo, la sociedad occidental todavía
conserva muchos rasgos de la época romana, pues "aún son bastantes los
que intentan perpetuar la clase social que tuvieron en vida después de la
muerte". Todo lo referente a la legislación hereditaria y a los
testamentos, es otro de los aspectos que "prácticamente ha sido
calcados" de los tiempos del imperio romano.
Ahora bien, a pesar de estas semejanzas, el experto señaló que, en general,
la concepción de la muerte en la actualidad y la que tenían los romanos es
muy diferente, "porque ellos estaban muy familiarizados con ese momento
y la mayoría de nosotros lo seguimos temiendo".
La familiaridad que los romanos mostraban con el momento de la muerte también
queda reflejado en el libro con un pasaje en el que se muestra que las necrópolis
constituían uno de los lugares preferidos de paseo. Situadas siempre en los
extramuros de la ciudad, por razones de seguridad --ya que el uso habitual de
la cremación podía provocar incendios--, concentraban a todos los que se
acercaban o alejaban a las urbes.
"HACER LA CALLE ENTRE TUMBA Y TUMBA"
Allí, a lo largo de varios kilómetros --en Córdoba llegó a ocupar cinco--
la necrópolis concentraba a visitantes, mercaderes que ofrecían comida y
bebida en sus puestos, activistas políticos que dejaban sus pintadas en las
losas e incluso prostitutas "que hacían la calle entre tumba y
tumba".
Las familias de mayor poder se reservaban las vías de más tránsito porque
era creencia entre los romanos "que si un número elevado de gente ve la
inscripción de su tumba, constituye un modo de superviviencia". Prueba
de ello, son epitafios como los que los expertos encontraron en tumbas
cordobesas: "Tu, viandante, que pasas por aquí, detente y lee esto en
voz alta, porque así estaré vivo".
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