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IDEAL, 18 de junio de 2001
Vuelven los gladiadores
El famoso Coliseo romano inaugura una gran exposición sobre su historia y los aterradores espectáculos que se ofrecían al pueblo
Íñigo Domínguez
El gran teatro de la crueldad que se
levanta en el corazón de Roma mostrará durante el resto del año todos sus
secretos. Una ambiciosa exposición, llamada elocuentemente 'Sangre y arena',
abrirá el jueves las galerías del segundo piso del Coliseo, cerradas al público
desde 1933, para narrar la historia del monumento más visitado de Italia.
La muestra trata de transportar a los visitantes a los
sangrientos espectáculos de fieras y gladiadores y para ello exhibirá armas y
piezas nunca vistas, además de reconstrucciones de los números y de la
formidable maquinaria escénica del edificio. El Coliseo, un pequeño universo
de la maldad humana, llegó a ofrecer 120 días ininterrumpidos de diversión
en la época de Trajano y se mantuvo en activo durante más de tres siglos.
El circo nace del ocaso de Nerón. El emperador Vespasiano
desecó el lago que su predecesor había formado junto a su gigantesco palacio,
la Domus Aurea, y con no pocas dosis de demagogia ordenó levantar en ese lugar
un circo de juegos «para devolver el terreno al pueblo». Sin embargo, la
sombra de Nerón llega hasta nuestros días pues el anfiteatro Flavio,
verdadero nombre del Coliseo, fue bautizado popularmente con este nombre debido
a la descomunal estatua del emperador -el 'colosso'- que dominaba la zona.
Asesinatos públicos
La primera parte de la exposición describe la génesis del
edificio con relieves, esculturas y maquetas que explican su construcción.
Ocho años después del inicio de las obras, en el 80 d.C., el emperador Tito,
hijo de Vespasiano, inaugura el circo. Fueron cien días de festejos y, para
imaginar el alcance del espectáculo basta decir que en un día se mataron más
de cinco mil animales. La segunda parte de la muestra trata de reflejar el
impresionante aspecto que debía ofrecer el Coliseo en su época de esplendor,
muy diferente a la mole avejentada que se alza hoy en el centro de Roma.
El visitante encontrará restos del vasto aparato ornamental
del edificio, que estaba cubierto de mármol, exhibía estatuas en sus arcos y
contaba con balaustradas, relieves e inscripciones. En la cornisa superior
disponía de largueros de hierro para convertir el circo en una auténtica
'plaza cubierta'.
Un ingenioso sistema de lonas, llamado 'velarium', manejado
por soldados de la marina cubría el recinto para proporcionar sombra o cobijo
de la lluvia al público. El resto de la exposición, lo más atractivo,
describe lo que ocurría ante los ojos de hasta 75.000 espectadores ávidos de
sangre. El espectáculo era diseñado por verdaderos genios del sadismo. Un día
cualquiera de juegos circenses comenzaba con una cacería humana: se soltaba
leones y tigres para que devoraran a condenados o prisioneros. También se
organizaban los más inimaginables combates entre animales. Osos, búfalos,
leopardos, toros, elefantes, convenientemente drogados, se enfrentaban en todas
las combinaciones posibles.
Después, cómo no, salían los gladiadores, pero además de
los 'profesionales' muchas veces tenía lugar un entretenimiento diabólico. Se
colocaba un hombre armado contra otro desarmado para que pelearan.
Naturalmente, el primero solía asesinar sin problemas al segundo, pero su
alegría duraba un suspiro. Luego era despojado de las armas y era asesinado a
su vez por un tercero que salía armado hasta los dientes. La cadena se repetía
hasta el aburrimiento.
Los visitantes podrán ser de nuevo espectadores de los
juegos circenses a través de pinturas, relieves y esculturas. Se expondrán
por primera vez armas, cascos e instrumentos hallados en el cuartel de
gladiadores de Pompeya. La exposición también permitirá asomarse a los
engranajes del anfiteatro, para comprender cómo la arena se convertía en un
pequeño mar para escenificar batallas navales. O cómo se habilitaban
trampillas para que las fieras surgieran repentinamente del suelo y
sorprendieran al público y, por supuesto, a la víctima. ¿Habría sobrevivido
'Gladiator' a unos juegos de verdad?
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