Roma | REUTERS 18/04/2010

La influencia del arte griego en el gusto estético de la Roma antigua es celebrada en la muestra ‘La edad de la conquista’, que se expone en los Museos Capitolinos de la Ciudad Eterna hasta el próximo 5 de septiembre.

La exhibición forma parte del programa quinquenal titulado ‘Los días de Roma’, que prevé cinco muestras entre 2010 y 2014 sobre diversos periodos que van desde la formación del imperio romano, hasta el periodo de decadencia, explicó la superintendencia cultural del ayuntamiento romano.

Con más de 100 piezas prestadas por grandes museos europeos, aunque fundamentalmente provenientes de Italia y Grecia, ‘La edad de la conquista’ incluye obras del periodo sucesivo a las campañas de conquista de Grecia, que va del fin del siglo III antes de Cristo al primero de nuestra era.

Ese fue ‘uno de los momentos fundamentales para la futura identidad cultural y artística romana, no sólo de edad republicana’, destacaron los curadores, Eugenio La Rocca y Claudio Parisi Presicce.

A través de imponentes estatuas de mármol, bronce y terracota, de colecciones de esculturas, ornamentos y elementos de adorno doméstico en bronce y plata es narrada una época de profundos cambios en los cánones estilísticos y el gusto estético de la Roma antigua.

‘La edad de la conquista’ parte del momento de formación del imperio romano, cuando se expande progresivamente y llega a controlar toda la cuenca del Mediterráneo, desde España hasta Asia Menor.

Según los organizadores de la exposición, es en ese periodo que se asiste a la formación de un lenguaje figurativo ‘exquisitamente romano’, que recupera a toda la cultura artística griega, la cual viene progresivamente recogida, absorbida y modificada.

Entre el siglo III antes de Cristo y el I de nuestra era, Roma se convirtió en la única potencia hegemónica en toda la cuenca del Mediterráneo, tras la conclusión de las campañas victoriosas en Grecia y la Magna Grecia (el actual sur de Italia), recordaron los curadores.

Destacaron que las grandes cantidades de dinero y los ricos botines de guerra determinaron un cambio de gustos que se transformó en una revolución cultural.

Fue el periodo en el que el arte griego se exhibió en las triunfales procesiones de los generales Marcello, Flaminio, Emilio Paolo, Lucio Mummio y Pompeo, con quienes arribaron a Roma un gran número de artesanos griegos, arquitectos, médicos y artistas.

La muestra está formada por cuatro secciones: la primera, titulada ‘Dioses y santuarios’, incluye frescos y frontones de terracota provenientes de algunos templos, como el Frontón de Luna, un conjunto de estatuas de Apolo, Luna y las Musas, del Museo Arqueológico Nacional de Florencia.

La segunda sección, llamada ‘Monumentos Honorarios’, incluye estatuas de los vencedores, como las de dos generales de Formia y de Cassino, del Museo de Nápoles, o los retratos de Emilio Paolo, uno del museo de Tirana y otro del Palacio Máximo de Roma.

La tercera sección, titulada ‘Vivir a la Griega’ cuenta con objetos de adorno doméstico, como candeleros, mesas, porcelanas o estatuas del Museo de Palestrina (Italia), de la casa de Giulio Polibio en Pompeya o del museo de Nápoles.

La cuarta sección está dedicada a las ‘Costumbres fúnebres’, con estatuas con menos influencia del gusto helénico, entre ellas un relieve fúnebre encontrado en la vía Appia de Roma.

La muestra incluye también piezas de los museos Louvre, de París, del Arqueológico Nacional de Grecia, del Ny Carlsberg Glyptotek de Dinamarca, del Museo Británico de Londres, del Museo Arqueológico de Albania, de los Museos Vaticanos, además de los principales museos italianos.

‘La edad de la conquista’ será seguida, en 2011, por la muestra ‘El rostro de los poderosos. El retrato romano entre República e Imperio’; en 2012 por la exhibición ‘Construir un Imperio. La arquitectura como representación de poder’.

En 2013 será el turno de la exposición ‘La edad del equilibrio. El arte romano durante el principado de Trajano y Adriano’ y en 2014 se exhibirá ‘La edad de la angustia. El arte romano entre Marco Aurelio y Diocleciano’.