Arístides Mínguez | Murcia 09/04/2013

Cuatro responsables del vídeo «Gracias, Grecia» embarcamos a 11 amigos más para viajar a Atenas y ayudar algo a la maltrecha economía griega haciendo turismo y disfrutando de sus parajes y monumentos. En cuanto se enteraron de que íbamos a ir, unos amigos que habíamos hecho a través de internet, a causa de lo agradecidos que estaban con el vídeo, se volvieron locos de alegría y se ofrecieron a organizar cosas para agasajarnos.

Así nuestros amigos del Rotary y el Rotaract Club Athenes Elysee y del Rotary Club Agia Paraskevi nos organizaron una visita guiada por una arqueóloga a las entrañas de la Acrópolis y nos invitaron a cenar. Fue emocionante ver el calor humano, la filoxenía con la que fuimos hospedados y acogidos, destacando el papel de anfitrión llevado a cabo por la figura de Daniel Counio, su presidente honorífico.

Gozamos también el privilegio de recorrer bajo la égida de Pedro Olalla las colinas de las Musas, de la Pnix y del Aerópago, acariciados por la poesía de su verbo y su hombría de bien.

Como un reguero de pólvora se extendió la noticia de que los de AMUPROLAG, los de «Gracias, Grecia» estábamos allí y comenzaron a llovernos peticiones de entrevistas en todos los medios. Por intervención de los jóvenes profesionales de la cadena Ellines.com nos fue concedida una recepción, en el propio Ministerio, por el Ministro de Asuntos Exteriores y su Jefe de Gabinete, quienes nos agradecieron personalmente la inyección de moral y autoestima que le habíamos dado el director Pedro Pruneda, los socios de AMUPROLAG y los profesores y alumnos del IES Ingeniero de la Cierva a todo el pueblo heleno.

Esa misma tarde, por intercesión ahora de los Rotary, nos recibió el Ministro de Cultura heleno en un abarrotado auditorio, donde nos dio las gracias en un emotivo discurso, en el que reflejaba los lazos hispano-helenos y que sólo enlazando más éstos podríamos salir airosos de la crisis. Ante varias cámaras de televisión y decenas de medios de comunicación, algunos internacionales, pude pronunciar el discurso que os adjunto (traducido al griego gentilmente por la profesora de la Universidad de Murcia Alicia Morales), para agradecer a Grecia su legado.

Aunque lo más emotivo de todo fue el calor humano, los abrazos y lágrimas que brotaban de las almas de los hermanos helenos, de la gente sencilla al acercarse a nosotros, tras reconocernos como los primeros en Europa en darles las gracias por lo que fueron, son y serán.



EFJARISTÓ, MITERA ELLADA
Buenos días, amados hermanos helenos.

Soy Arístides Mínguez, junto con Alfredo López, uno de los Demiurgoi del vídeo “Gracias, Grecia”. Esta persona que está a mi lado es Pedro Pruneda, el aedo que con su cámara y su edición hizo poesía dirigiendo el vídeo.

“Gracias, Grecia” surgió como un acto de rebelión, un arrebato de dignidad ante el ataque del Gobierno español que pretendía hacer desaparecer de las aulas de enseñanza de todo el país el Griego y la Cultura clásicas, así como la Filosofía y otras materias Humanísticas. Y al mismo tiempo como una declaración de amor a la Hélade entera.

Desde la Asociación Murciana de Profesores de Latín y Griego (AMUPROLAG) y algunos profesores de la Universidad de Murcia plantamos cara al cíclope gubernamental, que en su ceguera quería dejarnos huérfanos de lo que la Hélade significa para toda España, para el conjunto de Europa y el Occidente entero.

Aparte de estos profesores, los héroes de esta epopeya desigual fueron los alumnos y profesores del instituto Ingeniero de la Cierva, de un humilde barrio de la ciudad de Murcia. El resto, lo más importante, lo hizo nuestro particular rapsoda Pedro Pruneda.

Nos parecía tan injusto que se nos quisiera despojar de todo lo que Grecia es para la humanidad. Nos parecía tan inmisericorde que se olvidara que seguimos siendo griegos en nuestra manera de vivir, aunque algunos ingratos lo hayan olvidado. Que sin Grecia no existiría la política, ni la democracia. Que las matemáticas, la física y la química no se hubieran desarrollado como lo han hecho sin los griegos. Que sin Hipócrates la medicina moderna hubiera carecido de cimientos. Que Grecia nos regaló la música, la historia, el teatro, el vino, el aceite, sus dioses.

No podíamos dejar ni al gobierno ni a la Troika que nos dejaran huérfanos. No seríamos lo que somos sin los versos de Kavafis y de Elitis, sin la voz de la Callas, sin los acordes de Theodorakis y Hatzidakis, sin la luz del Egeo ni los ocasos en el Jónico.

Por eso, alzamos la voz y gritamos a cuantos aún tuvieran el alma despierta: ¡Gracias, Grecia, madre nuestra!

Y me gustaría concluir diciendo que, antes de este vídeo, llevábamos a Grecia en la mente. Después de comprobar en carne propia el amor con el que la Madre Hélade nos ha acogido, os aseguro que Grecia ha arraigado para siempre ya en nuestras almas. Permitidnos considerarnos hermanos de madre vuestros y sentirnos orgullosos de lo que fuisteis, sois y seréis como helenos.

Gracias por vuestro ejemplo.

ENLACES:
Gracias, Grecia (El antro de la Arpía, La Columnata)