Joaquín García Cruz | www.laverdad.es 20/03/2013
El mundo no se concibe sin el latín y el griego, como tampoco sin la filosofía

Hay latinajos fascinantes, que solo cultivan eruditos y ratones de biblioteca, pero también otros que resultan imprescindibles para moverse por el mundo. El ‘Extra omnes’ (¡todos fuera!), y el ‘Habemus Papam’, las letanías más escuchadas de estos días, orientan el rumbo de la cristiandad desde sus orígenes. Los nombres de fobias y especialidades médicas proceden del latín y el griego, que también dejaron prescrita en su monumental legado la imposibilidad de condenar a una persona sin todas las garantías debidas: ‘in dubio, pro reo’. No se puede estudiar Derecho o Medicina sin una inmersión previa en las mal llamadas lenguas muertas.

El mundo no se concibe sin el latín y el griego, como tampoco sin la filosofía, por más que las sucesivas reformas educativas hayan arrinconado estas materias en favor del bricolaje. Aquel mítico ‘rosa rosae’ con el que muchas generaciones se asomaron a la cultura clásica era, pese a la época miserable en que les tocó vivir, la base sólida de un sistema que sacó de las aulas promociones enteras de escolares sin faltas de ortografía y con la motivación necesaria para instruirse. Los niños anteriores a la Logse, la LOE y la Lomce eran además capaces de pensar por sí mismos.

Sócrates, Platón y Heráclito de Éfeso fueron sus mejores guías para adentrarse en la vida del conocimiento. Jugaban a la guerra en latín, ataviados con una espada casera de madera, y supieron de Julio César y de los gladiadores con exclamaciones como ‘«Ave, Caesar, morituri te salutant»’, ‘Alea jacta est’, y otros aforismos a través de los cuales asimilaban -divertidos- nociones básicas de historia, geografía, escritura y filosofía. No está probado que aquellos niños fueran más ñoños que los de ahora, y sí, por el contrario, que escribían mejor y hablaban mejor.

Pero las humanidades están de retirada, por desgracia. Apena ver a profesores de Filosofía de Murcia recurriendo a un ‘flashmob’ para pedir que la asignatura se mantenga en el Bachillerato y la Universidad. Mientras esto sucede aquí, en Francia el Gobierno de Hollande acaba de situar las humanidades en «el núcleo de la excelencia académica y profesional», al descubrir su Centro de Análisis Estratégico (CAS) que el 65% de los alumnos que eligen Latín son de Ciencias, y que la ‘operación Fénix’, lanzada en 2006 por PricewaterhouseCoopers (PwC) para buscar talentos en los liceos, dio como resultado el fichaje, entre el alumnado de Letras, de cientos de brillantes ejecutivos por parte de empresas de base tecnológica.

Es para tomar nota. Más humanidades y menos bricolaje.

FUENTE: http://blogs.laverdad.es/menudapolitica/2013/03/20/mas-humanidades-y-menos-bricolaje