Londres | Reuters 07/06/2010
Un equipo de arqueólogos cree haber encontrado el cementerio de gladiadores mejor conservado del mundo, después de identificar marcas de mordeduras de animales y heridas de combate en algunos de los 80 esqueletos, la mayoría sin cabeza, desenterrados en un yacimiento en la localidad de York, en el norte de Inglaterra.
«En este momento, nuestra teoría principal es que muchos de estos esqueletos son de gladiadores romanos», indicó Kurt Hunter-Mann, del York Archaelogical Trust, que dirige las excavaciones.
El antropólogo forense de la Universidad del Centro de Lancashire, Michael Wysocki, que examinó los restos, describió el hallazgo como un descubrimiento significativo a nivel internacional. «No tenemos ningún otro posible cementerio de gladiadores con este nivel de conservación en ningún lugar del mundo», dijo.
Los expertos se han visto desconcertados por estos restos humanos desde 2003, cuando se exhumaron los primeros esqueletos en una zona en la que se iban a levantar viviendas, al oeste del centro de la ciudad.
Las siguientes excavaciones en la zona revelaron más esqueletos, inspirando varias teorías sobre su origen como que podrían haber sido víctimas de una purga política romana del siglo III o que fueron criminales ejecutados.
Pero el equipo de arqueólogos que lidera la investigación dice que el hecho de que la mayoría fueran decapitados socava la conexión militar, mientras que los abundantes objetos funerarios encontrados en los enterramientos descartan a delincuentes comunes.
Las pruebas de que el cementerio se utilizó durante unos 200 años y que los huesos se han datado entre el siglo I y el IV también hicieron que los expertos se replantearan sus hipótesis.
El gran avance se produjo cuando una detallada investigación forense mostró marcas de mordeduras en una serie de lesiones óseas, tanto curadas como sin curar, que concuerdan con el combate de gladiadores.
«Una de las pruebas más significativas es una gran marca de mordedura de carnívoro, probablemente causada por un león, tigre u oso, una lesión que debió haberse sufrido en el contexto del circo», dijo Hunter-Mann.
El hecho de que la mayoría de los restos fueran de hombres robustos con indicios de un desarrollo muscular muy superior en el brazo derecho también apoya la pista del circo. Los registros históricos romanos describen a los esclavos iniciando su entrenamiento como gladiadores en su adolescencia.
Wysoncki indicó que nunca se había identificado algo como esas profundas marcas de mordeduras en un esqueleto romano. «Parece muy improbable que este individuo fuera atacado por un tigre cuando volvía a casa del pub en York hace 2.000 años», comentó.