Ḏḥwty www.ancient-origins.es 08/05/2022
La antigua ciudad-estado griega de Esparta poseía una jerarquía social diferente a la de muchos de sus vecinos. Lo más alto de la pirámide social lo ocupaban los dos reyes, cuyos poderes eran escrutados por un ‘Consejo de Ancianos‘. Estos ancianos eran elegidos de entre la clase siguiente, los hómoioi o Espartiatas. Por debajo de esta clase aristocrática estaba la clase media, los llamados Periecos. La clase más baja de la sociedad Espartana, que era también la más amplia en número la formaba un grupo conocido como los Ilotas.Según el geógrafo griego Pausanias, los Ilotas procedían de una ciudad llamada Helos. Se dice que esta ciudad fue conquistada por los Espartanos y que sus habitantes se convirtieron en sus primeros esclavos. Otros pueblos que en lo sucesivo fueron esclavizados por los Espartanos también fueron llamados Ilotas. El historiador griego Tucídides, sin embargo, ofrece una versión diferente del origen de los Ilotas. En opinión de este escritor, los Ilotas eran descendientes de los Mesenios, que fueron esclavizados por los Espartanos durante la Primera Guerra Mesenia en el siglo VIII a. C. Podemos encontrar aún otra versión de los orígenes de los Ilotas en la Geografía de Estrabón. Según este historiador, los pueblos bajo dominio espartano gozaban en un principio de sus mismos derechos. Sin embargo, durante el reinado de Agis I, estos derechos fueron revocados, y los súbditos obligados a pagar un tributo. Todos acataron las nuevas condiciones excepto las gentes de Helus, que se rebelaron. En la guerra que sucedió, fueron aplastados y sometidos a la esclavitud.
A pesar de ser considerados esclavos, se ha señalado que su status era en cierto modo diferente al de otros esclavos de las ciudades-estado griegas vecinas. Los ilotas, por ejemplo, disponían de sus propias familias y comunidades. Además, no eran propiedad privada de ningún individuo o familia sino que pertenecían al estado. Según Estrabón, “los Lacedemonios mantenían a los Ilotas como esclavos del estado en cierto modo; se les asignaban ciertos asentamientos en los que vivir y tareas especiales que realizar.”
Ya que los ciudadanos varones de Esparta dedicaban sus vidas por entero al entrenamiento atlético y militar, a la política y a la caza, no podían permitirse perder el tiempo realizando labores agrícolas. A pesar de que los Ilotas eran, hablando en general, campesinos, pudieron haberse empleado también eventualmente para otros trabajos, como mozos de cuadra o sirvientes. Además, los Ilotas podían ser reclutados para tareas militares en tiempos de guerra. Por ejemplo, el historiador griego Herodoto afirma que cada uno de los 5.000 Espartiatas presentes en la Batalla de Platea en el 479 a. C., estaba protegido por siete Ilotas equipados con armas ligeras. Por lo tanto, habría un total de 35.000 Ilotas en esa batalla.
A pesar de que los Ilotas eran cruciales para el funcionamiento de la sociedad Espartana, las demás clases mantenían una relación incómoda con ellos. Dado que los Ilotas superaban grandemente en número a sus amos Espartanos, la posibilidad de que se rebelaran contra sus represivos dominadores estaba siempre presente. La primera revuelta Ilota de importancia tuvo lugar alrededor del 665 a. C., y se la conoce como Segunda Guerra Mesenia. (La Primera Guerra Mesenia había finalizado unos 40 años antes de este conflicto). Los Ilotas aprovecharon la ocasión que les ofrecía la derrota de Esparta contra Argos en la batalla de Hysiae para iniciar una revuelta. Los Espartanos tardaron casi 20 años en sofocar la rebelión.
Dado este precario estado de cosas, los Espartanos tomaban precauciones para prevenir posibles revueltas de los Ilotas. Durante las guerras contra Persia, por ejemplo, los Espartanos no se sentían muy entusiasmados con la idea de enviar a sus hoplitas al extranjero a luchar por la libertad de Grecia. Esto se debía a su temor de que los Ilotas se rebelaran en el momento en que el ejército Espartano se encontrara luchando lejos de su hogar. Pero a pesar de estas y otras precauciones, varias revueltas Ilotas tuvieron lugar a lo largo de los siglos. En el año 464 a. C., en el que un terremoto sacudió el Valle del Eurotas, los Ilotas aprovecharon la oportunidad para rebelarse. Esta fue la mayor revuelta de la que tenemos noticia. Los Ilotas se fortificaron en el monte Itome, y los Espartanos lo sitiaron. El sitio solo finalizó después de cinco años, momento en el que ambos bandos pactaron una tregua. Los Ilotas supervivientes fueron acogidos por los atenienses y se instalaron en Naupacto, en el golfo de Corinto.
El tratamiento que los Espartanos daban a los Ilotas mejoró con el tiempo, quizás en un intento de apaciguarlos. Por ejemplo, los Ilotas podían albergar la esperanza de emanciparse, y se sabe que alguna vez fueron liberados grupos de Ilotas. No obstante, el sistema se vino abajo en el siglo IV a. C. En el 371 a. C., los Espartanos sufrieron una humillante derrota en la Batalla de Leuctra. Los victoriosos Tebanos invadieron el Peloponeso y los Ilotas de Mesenia fueron liberados. Los últimos Ilotas (los de Laconia) fueron emancipados a finales del siglo III a. C., gracias a las reformas de los reyes Cleómenes III y Nabis.
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