León | EFE 28/03/09
La veintena de lápidas romanas halladas en la muralla de León, durante el proceso de restauración que se está llevando a cabo en una zona del lienzo oriental, serán extraídas en los días siguientes a la Semana Santa y entregadas al Museo de León.
La veintena de lápidas romanas halladas en la muralla de León, durante el proceso de restauración que se está llevando a cabo en una zona del lienzo oriental, serán extraídas en los días siguientes a la Semana Santa y entregadas al Museo de León.
Las murallas de León se han revelado como un yacimiento arqueológico de extraordinario valor, realzado por el descubrimiento, en enero pasado, de más de una veintena de lápidas y aras, en la intersección de una de «cortinas» del muro con el cubo 2 del Lienzo Este del monumento romano.
La muralla es de finales del siglo III o comienzos del IV y se levantó con piedras de diversa procedencia, granitos, cuarcita y «opus cementicium»; tiene un grosor de 5 metros y diez de altura y conserva 36 cubos, prácticamente la mitad de los que tuvo originalmente, a lo largo de un perímetro cercano a los 2000 metros.
Tras el descubrimiento del yacimiento, la Delegación Territorial de la Junta de Castilla y León, estudió el caso y aprobó la extracción del conjunto de las lápidas, entre las cuales, a primera vista, se han detectado ejemplares de gran valor.
Entre los hallazgos figura el de una gran estela discoidea de 2,15 metros de altura y decorada con arcos de herradura, pieza de elevada importancia, pues éste es un arco inusual en la epigrafía anterior al siglo III-IV.
El hallazgo en León de otro ejemplar -la estela de Campillo Paterno- ya fue destacado en su tiempo por su rareza, y la aparición de nuevos ejemplares podría hacer pensar en un taller del noroeste de Hispania que utilizaba esta forma inusual de arco, luego habitual del V en adelante, especialmente en Armenia, Siria e Hispania, utilizado profusamente por la arquitectura visigótica y árabe.
El arquitecto redactor del Plan Director del monumento, Melquíades Ranilla, comentó a EFE que se está trabajando ya en el tramo final de la restauración en curso, que se lleva a cabo con fondos del Ministerio de Cultura.
En esta restauración se ha dejado intacto el ámbito en el que se hallan las piezas arqueológicas, que serán extraídas seguidamente, pasada la Semana Santa, y llevadas al Museo de León.
Un portavoz de la empresa especializada Decolesa, encargada de la restauración, estimó que en principio se necesitarán quince días para terminar la fase actual y luego habrá que crear una nueva plataforma para proceder a la extracción de las lápidas, con garantías.
«No es una obra excesivamente complicada, pero debe hacerse con profesionalidad, para evitar daños innecesarios en piezas y muros», añadió.
La muralla leonesa, Monumento Histórico Artístico, está en casi su totalidad visible, salvo el lienzo sur, que se halla en medio de las propias manzanas de casas, aunque en las fotografías aéreas de la ciudad se puede ver su traza, especialmente las siluetas redondeadas de sus torres, que contrastan con los tejados rectangulares.