Segovia www.universia.es 11/10/2006
Reunión científica en la Universidad S.E.K. sobre Armamento e iconografía de la Antigüedad y la Alta Edad Media en Hispania
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Reunión científica en la Universidad S.E.K. sobre Armamento e iconografía de la Antigüedad y la Alta Edad Media en Hispania
Una espada es una arma carísima que es tanto un símbolo de poder o de estatus como un objeto de guerra. El Dr. Fernando Quesada (UAM), uno de los mayores expertos en armamento en el mundo antiguo, participó en una reunión científica en la Universidad SEK.
La gran revolución en el estudio del armamento se produce en España hace apenas quince años cuando los expertos comprenden que las armas son objetos cargados de una riquísima simbología que recogen algunos de los valores más importantes de las sociedades que las crearon.
Así lo puso de manifestó en Segovia el Dr. Fernando Quesada, uno de los mayores especialistas en el estudio de la cultura ibérica en sus diferentes facetas, y el análisis de las sociedades del antiguo Mediterráneo a través del estudio de su armamento y las formas de conflicto bélico.
Quesada intervino en la reunión científica “Armamento e iconografía de la Antigüedad y la Alta Edad Media en Hispania”, que se celebra en la Universidad SEK de Segovia hasta el próximo miércoles, bajo la dirección de los profesores de la USEK, Miguel Larrañaga y Emilio Illarregui.
Este encuentro, en el que participan arqueólogos y expertos en Arte de toda España, tiene como objetivo fundamental realizar un estado de la cuestión de las investigaciones sobre armamento en el mundo antiguo y medieval, presentado aportaciones tanto desde el punto de vista metodológico como conceptual, y relacionar los hallazgos arqueológicos con las representaciones iconográficas.
Doctor en Prehistoria y Arqueología por la Universidad Autónoma de Madrid, donde ejerce como Profesor Titular de Arqueología desde 1991, Fernando Quesada indicó que el estudio del armamento durante el siglo XIX y buena parte del XX se centró en Europa en el estudio de las espadas y las lanzas únicamente como objetos y que es, a partir de la última década del siglo pasado, cuando los investigadores comprenden esas armas como “objetos cargados de una riquísima simbología, que reflejan la mejor tecnología de cada momento, que se decoran con elementos iconográficos (damasquinos, incisiones) y que muchas veces reflejan los valores de las elites dominantes y expresan aspectos religiosos y sociales”.
Las armas nos dicen mucho del mundo antiguo
Por su propia naturaleza poseen una función vital – están diseñadas para herir o matar- y se convierten en una especie de compendio de los valores de una sociedad fosilizados en un objeto. “Es, sin duda, una las categorías de objetos con más contenido de todo el mundo antiguo”.
La conferencia de este experto en la Universidad SEK ha versado sobre las primeras armas del comienzo de la edad del hierro en la península ibérica, en concreto, en el momento de transición en el que se extingue la cultura de la edad del bronce y se inicia la primera edad del hierro, en Andalucía, con el mundo tartésico, y en la zona catalana y levantina, con la época de los Campos de Urnas.
Según este experto, esa transición está marcada por una serie de influencias externas fenicias, griegas, itálicas y del norte de los pirineos (continentales) que se concentran o confluyen en la península ibérica donde, al mismo tiempo, existe una tradición local, que es la etapa del bronce final.
En ese crisol de culturas, añade, se configura una nueva cultura, una de cuyas facetas más importantes es el armamento, la forma de expresión de una determinada ideología, que es la de los aristócratas guerreros que fundan o que crean lo que va a ser las culturas orientalizantes del mundo tartésico y las culturas del hierro de la zona catalana y levantina.
A través de las armas del periodo tartésico y de la primera edad de hierro, los especialistas han entendido esas primeras aristocracias de la península ibérica y cómo absorben y modifican las influencias externas que llegan de todo el mediterráneo y de Europa continental.
Precisó que el cambio del bronce al hierro supone un cambio tecnológico fundamental, en primer lugar porque la forma de fabricar armas en bronce y en hierro es muy diferente; las armas de bronce son armas fundidas mientras que las armas de hierro son forjadas.
No obstante, el doctor Quesada subrayó que “la cuestión no es tanto las transformaciones tecnológicas, que las hay, sino el final de un modelo de sociedad, que es el mundo de la edad del bronce, y el comienzo del otro; y que el elemento clave es la intensificación de los contactos con otras culturas del mediterráneo.
En este sentido, explicó que los fenicios que llegan a la península ibérica introducen la metalúrgica del hierro y, con ello, toda una serie de armas como, por ejemplo, unos tipos de punta de flecha, “que tienen éxito en las zonas de mayor influencia semita”. Por su parte, los griegos también introducen unos cascos de guerra y un grupo de armas, “que no logran generalizarse porque no se adecuan a las formas de guerra locales”.
Las espadas que entran por los Pirineos y las modificaciones que los artesanos locales hacen de la antigua tecnología alcanzan un notable éxito.
Son las armas que utilizan grupos reducidos de aristócratas, no tanto como objetos de guerra – “estas primeras espadas de hierro no son muy buenas” -, sino, sobre todo, como símbolo de una clase social.
El Profesor Titular de Arqueología de la UAM afirmó que una espada es una arma carísima que es tanto un símbolo de poder o de estatus como un objeto de guerra. En la edad de hierro, las armas más habituales son las lanzas y las primeras espadas en este material son, de hecho, de peor calidad que las últimas espadas de bronce.
“La primeras espadas de hierro son el comienzo, todavía balbuceante, de una nueva tecnología y, por tanto, esa revolución tecnológica es mucho menos marcada y decisiva que lo que hemos creído”.
Además de la intervención del doctor Fernando Quesada, el profesor de la Universidad SEK, Emilio Illarregui Gómez, codirector de la reunión, pronunció una conferencia bajo el título “El arco articulado en el ejército romano y en los enemigos de Roma”.
Por la tarde, participó el Vicerrector de Investigación y Postgrado, Dr. Cesáreo Pérez González, que hablará de “Ejército y armamento en la Antigüedad” y la investigadora Iodia Filloy (Lurmen, Vitoria), con la ponencia “Armamento de época Romana en el País Vasco. Novedades de la investigación”.
Por último, el Dr. Miguel Larrañaga, aseguró que esta reunión científica continúa una serie de congresos y seminarios que viene organizando la Universidad SEK en colaboración con la Junta de Castilla y León en torno al Patrimonio. Además, añadió, aborda una temática muy novedosa, como es el estudio del armamento desde la protohistoria a la alta edad media.