Jacinto Antón | Barcelona www.elpais.com 18/10/2008 (actualizada el 19/10/2008)
Los descubridores del sepulcro de Marcus Macrinus lo identifican, sin pruebas, con el general de la película. El general Maximus, el valiente y adusto protagonista de la película de Ridley Scott Gladiator, no existió, por supuesto. Pero hay que ver cómo vende.

Convertido en un verdadero mito, el militar caído en desgracia que se metamorfosea en gladiador y tras labrarse una sangrienta carrera en las arenas de todos los anfiteatros del Imperio llega hasta el Coliseo para cumplir su venganza sobre el injusto y cruel emperador, ha servido ahora para dar más empaque a un descubrimiento arqueológico. El hallazgo en Saxa Rubra, al norte de Roma, cerca de la antigua Via Flaminmia, de restos de la monumental tumba de Marcus Nonius Macrinus, un general que vivió en la misma época que el ficticio Maximus y comparte algunos -poquitos- de sus rasgos, se ha convertido en una noticia de primera magnitud por la asociación entre los dos personajes.

Poco importa que el pobre Macrinus no fuera hispano y no viviera ni por asomo las agonías (ni los éxitos -tigres, amazonas y myrmillones despachados-) de la arena. Ni que no exista la más mínima prueba de que cayera en desgracia, fuera represaliado y no digamos ya muriera a manos del emperador de turno (Cómodo) o tuviera un rollo con la hija de Marco Aurelio, Annia Lucilla. Todo ello le importa una higa al Ministerio de Cultura italiano y a los arqueólogos que se han prestado al gratificante juego de identificar al personaje real y al de celuloide, aunque ello suponga armar un lío en la cabeza de la gente, sorprendida con titulares como Hallada la tumba del verdadero Gladiator, a los que, inevitablemente, ha dado lugar la noticia.

Originario de Brescia, el procónsul Macrinus, figura importante del ejército romano de la época, amigo del emperador Marco Aurelio y acreditado militar en la lucha contra los cuados y los marcomanos, tiene sólo eso en común con el esforzado Maximus de Russell Crowe. En la misma época hay muchos otros personajes con esas características y que podrían considerarse incluso más cercanos al carácter de Maximus que Macrinus. Por ejemplo Publio Helvio Pertinax, otro general -tribuno de la VI Victrix- que lucho también en el Danubio bajo Marco Aurelio, y que además tiene el morbo de haber sido víctima de intrigas cortesanas. Pertinax incluso fue atacado por legionarios amotinados, ¡y dado por muerto! Y, según la Historia Augusta, estaba cachas como Crowe. Pertinax se implicó en las conspiraciones contra Cómodo y tras el asesinato de éste fue nombrado brevemente emperador. De hecho, Pertinax fue la inspiración del general Livio (Stephen Boyd), el personaje tan parecido a Maximus de La caída del Imperio Romano, el filme de Anthony Mann de 1964 del que Gladiator es en parte un remake, incluido el asesinato de Marco Aurelio, la rivalidad de su hijo Cómodo con el fiel general al mando de las legiones y las espectaculares batallas con los germanos.

Al pobre Macrinus real le habría horrorizado seguramente que alguien pudiera confundirlo con un gladiador. Para un noble romano, formar parte de los munera gladiatoria, las luchas de gladiadores, era tan horrible y vergonzoso como para un político actual protagonizar espectáculos eróticos en vivo. Los gladiadores eran lo más bajo de lo bajo, perditi homines. De ahí el escándalo que provocaron algunos emperadores, como, precisamente Cómodo, por su afición a relacionarse con los gladiadores y entrenar con ellos. A Cómodo, claro, no lo mató en realidad un ex general convertido en gladiador, sino un atleta con el que solía boxear, Narcissus, y que lo estranguló como parte final de una conspiración.

En una curiosa doble sesión peplum-arqueológica, también se ha anunciado el hallazgo por parte de otro equipo de una cripta situada bajo la domus del emperador Tiberio, donde, según Suetonio, en un descanso de los Juegos Palatinos, que se celebraban en palacio, habría sido asesinado su sucesor Calígula por el prefecto de la guardia pretoriana, Casio Querea.

Roma | EFE 19/10/2008

Los arqueólogos niegan que la tumba descubierta en Roma sea la de ‘Gladiator’

Arqueólogos italianos manifiestan su malestar, en declaraciones publicadas en el diario ‘Corriere della Sera’, porque la prensa de todo el mundo haya hablado del descubrimiento de la tumba de Marco Antonio Macrimo como si fuera la del personaje que inspiró la película ‘Gladiator’, de Ridley Scott.

«¡Pero de qué Gladiador hablan!», exclama el arqueólogo Andrea Carandini, uno de los máximos expertos en arqueología de la antigua Roma, que tachó de «locura» las noticias que informaban sobre el descubrimiento de la tumba de ‘Gladiator’. «Que la Arqueología invente ahora películas de Hollywood es la última locura», añade Carandini en el diario milanés.

Hace algunos días, la superintendencia de Roma anunció el descubrimiento en el norte de la capital, en el kilómetro 8,5 de la antigua Vía Flaminmia, de los restos de un monumental mausoleo, que pertenecía al cónsul Marco Antonio Macrimo del siglo II d.C. Algunos detalles de la vida del cónsul romano hicieron pensar a algunos medios que se trataba del personaje que inspiró la película del director estadounidense: Maximus, el ex militar convertido en gladiador, que prepara su venganza contra el Emperador, interpretado por el actor neozelandés Russel Crowe.

«Que el mausoleo sea de Marco Antonio Macrimo, prestigioso exponente de una de las más importantes familias de Brescia (norte) del siglo II d.C, se ha sabido gracias a los restos de un epígrafe, en los que también aparece que fue «comes legatus», es decir, amigo, del emperador Marco Aurelio», explicóa en «Corriere della Sera» Gianluca Gregori, uno de los descubridores de la tumba.

No participó en expediciones militares con Marco Aurelio
Gregori afirma que estudiando este epígrafe se puede afirmar que es imposible que Scott se haya basado en la vida de Marco Antonio Macrimo para su película. A pesar de ser amigo, jamás pudo participar en expediciones militares con Marco Aurelio, como narra la película.

Durante las dos campañas militares en las que participó Marco Aurelio -en 169 y 179 d.C- Macrimo tenía 60 y 70 años, «una edad algo avanzada para ser militar», señaló Gregori. La arqueóloga Daniela Rossi, que también participó en el descubrimiento, apunta en declaraciones al rotativo milanés que Marco Antonio Macrimo tampoco estuvo en África como cuenta el filme. Y «que fue sólo gobernador de Asia», como se lee en un epígrafe encontrado en las ruinas de Éfeso (Turquía).

Fantasías que lo menosprecian
Los expertos se encuentran muy «desilusionados» porque el descubrimiento se haya quedado en una mera correspondencia con una película famosa, ganadora de cinco Oscar. «Estoy bastante apenada por todo esto, porque el monumento descubierto es muy importante y toda estas fantasías sobre ‘Gladiator’ lo menosprecian», agrega Rossi.

El mausoleo, que se ha encontrado en una zona que fue cubierta por el barro del río Tíber, ha vuelto ahora a la luz tras las excavaciones. En él se ve una placa de mármol con el nombre cincelado del cónsul romano y fragmentos de columnas decoradas casi intactas. Cuando las excavaciones terminen, el mausoleo será expuesto en el Museo de las Termas de Roma.