Eduardo J. Sugrañes | Huelva www.huelvainformacion.es 10/10/2010
Después de ocho años las piletas de salazones permanecen deteriorándose al estar sin protección alguna. La Consejería de Cultura incluyó el yacimiento de El Eucaliptal en el Catálogo del Patrimonio en 2004.
Lejos queda en la memoria los grupos escolares de ‘Misión Rescate’. Algunos no sabrán a lo que nos referimos, hoy sería como talleres de Conocimiento del Medio. Pues los chavales de Punta Umbría en los años setenta del pasado siglo crearon su grupo, dirigidos por el profesor Francisco Rodríguez Cermeño que se preocuparon por el patrimonio arqueológico, aquellos chavales eran José F. Gil Mazo, Luis González Sarrión, Miguel Maestre Pérez, Francisco Martín Acosta y Juan F. Pomares Alonso.
Toda Punta Umbría sabía ya que por la Casita Blanca existían restos romanos casi al mismo pie de la Ría. El Eucaliptal aledaño era símbolo de la Roma más cercana. Aquí siguió durmiendo el sueño de un pasado desconocido pero que iba aflorando de vez en cuando alguna pieza, tejas, ladrillos… que guardan vecinos de la zona. Mientras que aparece el nombre de Agripina sobre ladrillos del imperio o el llamado Callejón de los Romanos. Todo eso eran elementos aislados que pudieron haber descontextualizado espacio y objetos; pero casi no afectará nada sino que pone a todos sobre la pista del valor de El Eucaliptal, nadie sabía lo que aún quedaba por encontrar.
Estos hallazgos e inquietudes por el pasado entrará en el marco oportuno con la excavación que realiza el Área de Arqueología de la Universidad de Huelva, en los años 1993 y 1994. Este primer contacto más profesional y científico se produce gracias a la apertura de la zanja para la tubería de recogida de aguas pluviométricas que ponen al descubierto una serie de restos pertenecientes a la necrópolis que corroboraron lo que las noticias orales ya apuntaban. A partir de estos trabajos la población en general toma conciencia real de su pasado a través de los restos de este poblado. Como reconoce el profesor Juan M. Campos Carrasco. en el texto El yacimiento romano de El Eucaliptal a raíz de una exposición sobre la excavación, la necrópolis supuso un importante acontecimiento en la vida de los habitantes de Punta Umbría, que durante toda la campaña realizaron visitas diaria, tanto organizadas para escolares como de forma espontánea del público en general. Pudieron de este modo ver cómo día a día y poco a poco se rescataba, analizaba e interpretaba parte de su pasado. Allí se encontraron con el pasado de un poblado de pescadores que se dedicaban a la elaboración de salazones y probablemente a la industria de la púrpura durante un período comprendido entre los siglo II y VII d.C.
Aquellas campañas de excavaciones concluyeron con una interesante exposición en los bajos del propio Ayuntamiento de Punta Umbría, titulada Vida y muerte en la Punta Umbría Romana, donde se recrearon algunas de las tumbas y otros elementos encontrados. Allí se pudieron ver enterramientos con los restos antropológicos y sus aguajes, piletas de salazones, cerámicas, fauna, etc.
En junio de 2002 se inicia una nueva campaña arqueológica, en esta ocasión a cargo del equipo de arqueólogos de Girha, en la que está al frente Miguel Ángel López Domínguez, todo motivado por el movimiento de tierra ocasionado en la instalación de tuberías en la zona. Con ello se localizan 23 piletas de salazones, un horno y 69 enterramientos, a los que hay que añadir otros 61 hallados con anterioridad en las campañas 93-94. Por ello se aventuraba a decir que estamos ante la necrópolis más grande de la provincia de esta época.
Este interés tiene respuesta por parte de la Delegación de Cultura de la Junta de Andalucía y es su delegada, Guadalupe Ruiz, la que promueve la incoación para la inscripción en el Catálogo General de Patrimonio de la zona arqueológica de Punta Umbría, que se resuelve positivamente en 2004. Según la Junta, el grado de conservación de estas estructuras es bastante bueno y la abundancia de ellas, así como la gran extensión de terreno que ocupan, indica la existencia de una factoría de salazones de gran importancia, que hay que unir a las existentes en la isla de Saltés y en la ciudad de Huelva. Esto revela que la Ría de Hueva constituyó un gran centro productor de manufacturados provenientes del mar, siendo el yacimiento de El Eucaliptal un lugar privilegiado para un estudio en profundidad.
La última fase de aquella excavación se encontró una interesante estructura en la que se vinculan 13 piletas de salazones de distintos tamaños y época, así como muro y canalizaciones. Dado el interés del hallazgo se procedió a la consolidación de la zona, aunque cosa muy distinta es la restauración y puesta en valor, que desde entonces no se ha llevado a cabo; a pesar de ello corrieron mejor suerte que otras que permanecen ocultas bajo la nueva canalización.
Por su parte, el Ayuntamiento de Punta Umbría acuerda en sesión plenaria de octubre de 2002 la creación de un parque arqueológico en la zona de El Eucaliptal para la puesta en valor cultural y turística con la adecuación de la zona y coordinación con la Delegación de Cultura, así como la construcción de un centro de interpretación y otras actuaciones.
Sin embargo la realidad no es otra que pasado ocho años nada se ha hecho, sólo continúa el vallado de la zona de la estructura que se decidió poner en valor. Todo está a la intemperie con el desgaste y deterioro que ello supone.
Desde la delegación de Cultura, el jefe del servicio, Juan José Fondevilla, señala que la Junta ha dotado este yacimiento de la máxima catalogación como BIC, pero es la propiedad, en este caso el Ayuntamiento de Punta Umbría, al que corresponde su mantenimiento. A la vez que se considera adecuado su integración en el proyecto dotacional de esta zona, considera que si existe elementos de deterioro lo más recomendado es cubrirlo apropiándolo de una malla protectora hasta su puesta en valor.