Lola Quero | Granada www.granadahoy.com 15/02/2011

En el entorno de la futura estación subterránea de Camino de Ronda con Méndez Núñez han aparecido estructuras cuyo valor histórico está siendo valorado ahora por los arqueólogos.

Los restos de época romana han vuelto a aparecer durante los trabajos de excavación que se están realizando en el entorno de la Plaza Einstein y Severo Ochoa para la construcción del Metro, cuyo recorrido se soterra bajo tierra justo en ese punto.

En los últimos días han aparecido estructuras murales en dos puntos muy cercanos del entorno, donde se está construyendo la rampa de acceso al subsuelo y la estación de Metro, en el Camino de Ronda, a la altura del cruce con Méndez Núñez.

Los técnicos de Cultura ya están supervisando los hallazgos y ahora tienen que valorar su importancia, en un trabajo en el que también participan los propios arqueólogos de la obra del Metro. En cualquier caso, se trata de restos murales de época romana y esto es diferente a los hallazgos que habían aparecido anteriormente en esta zona, pues se había tratado de tumbas con restos humanos.

Aunque en primera instancia, los técnicos no han apreciado unos restos de relevancia suficiente para hacer peligrar la obra, lo cierto es que por el momento el hallazgo ha dejado la intervención suspendida en ese punto, a la expectativa de lo que haya que hacer. Se trata de un lugar delicado porque en esa zona es donde se está construyendo una de las tres estaciones subterráneas y éstas son las partes de la obra general del Metro que requieren más tiempo y, por consiguiente, está previsto que sean los últimos elementos en terminar. Un retraso en ellas supondría, por tanto, un retraso en la puesta en marcha de todo, que está prevista para finales de 2012.

Estos restos romanos se suman a una lista ya bastante larga de hallazgos arqueológicos desde que comenzó la ejecución del Metro. Pese a que algunos de esos restos han cambiado un tanto el paso en las obras afectadas, por el momento ninguno ha supuesto una gran sorpresa.

Dentro de lo que cabe, forman parte de estructuras o épocas históricas que se conocían y estaban parcialmente documentadas. No obstante, el estudio de esos restos siempre es positivo a la hora de completar información y conocer mejor el subsuelo y el pasado de las calles de Granada.

La alberca de Alcázar del Genil es el hallazgo más importante con los que se ha topado la obra del Metro por ahora. La solución ha implicado un cambio en el proyecto de la estación del Camino de Ronda que se construye justo antes de comenzar el Zaidín. Los técnicos ya han presentado sus propuestas de adaptación a la Delegación de Cultura, que tiene pendiente su decisión final.

Los primeros restos de cierta importancia que aparecieron fueron los de los Paseíllos Universitarios de Fuentenueva hace más de un año. Allí aparecieron tumbas y restos estructurales de una antigua necrópolis romana.

La antigüedad de estos restos hizo pensar en un principio en una intervención más complicada, si bien en última instancia la decisión adoptada fue la de abrir, estudiar, sacar algunas piezas para el Museo Arqueológico Provincial y volver a cerrar las zanjas para continuar con las obras.

En el transcurso de esos trabajos, en febrero del año pasado, y mientras los obreros del Metro trabajaban en otros puntos de ese tramo, aparecieron nuevos restos en la Plaza Einstein. Muy pronto los técnicos descartaron que se tratara de algo diferente y se siguió el mismo proceso que en Fuentenueva, pues era parte de la misma necrópolis.

Estos dos puntos ya estaban despejados en cuanto al transcurso de la obra cuando aparecieron otros hallazgos en las inmediaciones. Y ahora se han vuelto a encontrar restos romanos en el mismo entorno, aunque esta vez no hay restos de tumbas.