Málaga | Europa Press 01/12/2009
El Consejo de Gobierno acordó hoy inscribir en el Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz, con la categoría de Zona Arqueológica, el yacimiento íbero de Las Capacheras en Archidona (Málaga).
Este asentamiento fortificado, que presenta un óptimo estado de conservación, fue ocupado desde el Calcolítico Pleno hasta bien entrado el Alto Imperio Romano y vivió su momento de mayor apogeo en el periodo íbero. Como ‘oppidum’ o poblado amurallado, Las Capacheras cerraba las defensas en el noroeste de la provincia y estaba vinculado a una serie de fortificaciones menores y pequeñas explotaciones minero-metalúrgicas.
El yacimiento, uno de los de mayor extensión y mejor estado de su cronología en la provincia de Málaga, conserva algunos sectores del sistema defensivo y numerosos depósitos arqueológicos que aportan datos relevantes para la investigación histórica.
El enclave, de más de 200.000 metros cuadrados de extensión al norte del curso bajo del río Guadalhorce, se sitúa además en un marco natural escasamente alterado por el hombre. Para garantizar su preservación, el decreto aprobado por el Consejo delimita una zona de protección de más de 500.000 metros cuadrados en torno a la zona arqueológica.
El asentamiento se ubicó sobre tres suaves elevaciones, con un sólido sistema defensivo amurallado en las cotas más altas. El paño de muralla, en mampostería de piedra local caliza, tiene una anchura media de dos a tres metros y está jalonado a cortos intervalos por robustos torreones de plantas cuadrangulares y semicirculares que sobresalen del paramento exterior. De ellos se han identificado un total de 44, repartidos por todo el perímetro.
Asimismo, se han documentado tres de las puertas del enclave, abiertas en los tramos sur, este y oeste. El acceso del sector norte no se ha podido identificar al coincidir con el área de drenaje natural del interior del poblado, cuya escorrentía ha provocado también la pérdida erosiva de una parte de los lienzos.
Finalmente, el sector sur del yacimiento presenta vestigios de una ocupación romana extramuros, atestiguada por una notable concentración en superficie de materiales constructivos y cerámicas de almacenaje.