Los pergaminos de Herculano, cerca de Pompeya, resultaron tan dañados por la erupción del Vesubio en el año 79 d.C. que los eruditos temieron que la antigua biblioteca se perdiera para siempre, pero eso acaba de cambiar.

Sarah Kuta www.nationalgeographic.es 13/10/2023

Con la ayuda de la inteligencia artificial, una colorida palabra griega antigua ha surgido de un texto dañado en la erupción del Vesubio del año 79 d.C., marcando un hito importante en el intento de siglos de descifrar una biblioteca antigua sin parangón que se daba por perdida para siempre.

Esa palabra, πορφύραc [porphúra en alfabeto griego], que hace referencia al tinte púrpura o a la ropa de color púrpura (un color estrechamente asociado con la realeza y el poder) procede de uno de los famosos pergaminos de Herculano descubiertos por los trabajadores que excavaron en la antigua ciudad de Herculano, cerca de Pompeya, en 1752. Los aproximadamente 1800 rollos de papiro desenterrados (que se cree que contenían obras literarias y filosóficas de los siglos I y II a.C.) habían quedado reducidos a trozos quebradizos y carbonizados por el calor y los gases de la erupción. Y esos pergaminos carbonizados que los trabajadores no tiraron hace más de 250 años han languidecido desde entonces en los almacenes, considerados curiosidades ilegibles.

Los avances tecnológicos de las dos últimas décadas han ayudado a los investigadores a acercarse a la posibilidad de «leer» los frágiles pergaminos. Pero sólo la reciente aceleración de la inteligencia artificial y la informática han hecho posible empezar a desvelar sus secretos sin necesidad de abrirlos.

Esta primavera, investigadores respaldados por inversores de Silicon Valley (Estados Unidos) pusieron en marcha el Desafío del Vesubio, un concurso mundial que ofrece premios en metálico a los que consigan sacar de sus cáscaras carbonizadas los textos de Herculano, perdidos hace mucho tiempo, aplicando técnicas de aprendizaje automático a imágenes digitales de los pergaminos.

El concurso ha concedido hoy la primera parte del premio total de un millón de dólares (más o menos 950 000 euros) a dos concursantes (un estudiante universitario estadounidense y un estudiante egipcio de posgrado en Alemania) que han desvelado por separado al menos 10 letras de una pequeña zona de un pergamino intacto, incluida la colorida y completa «πορφύραc».

Con este logro, los científicos afirman estar ahora un paso más cerca de poder leer pasajes completos y (algún día) pergaminos enteros que antes se consideraban ilegibles.

Desafío del Vesubio Luke Farritor y Youssef Nader

Los caracteres griegos πορφύραc, que deletrean la palabra «púrpura», se encuentran entre los caracteres y múltiples líneas de texto que han extraído los concursantes del Desafío del Vesubio Luke Farritor y Youssef Nader.

FOTOGRAFÍA DE VESUVIUS CHALLENGE

«Sabíamos que si podíamos leer un solo [pergamino], todos los demás estarían disponibles con el mismo método o con algún método aumentado», afirma Brent Seales, informático de la Universidad de Kentucky (Estados Unidos) que lleva 20 años intentando descifrar los pergaminos de Herculano y dirige la Iniciativa de Restauración Digital de la universidad. «Y éste es un gran momento porque ahora estamos demostrando no sólo a nosotros mismos, sino a toda la comunidad mundial, que los pergaminos se pueden leer».

La lectura de los pergaminos de Herculano, afirma, nos ayudará a conectarnos con el pasado de formas «asombrosas».

«Estas personas eran humanos como nosotros», añade Seales. «Eran intelectuales. Sus pensamientos eran complejos. Dice algo sobre lo que significa ser humano poder leer un pensamiento que vino directamente de una sola persona o de un grupo de personas hace tanto tiempo».

Una época «rodeada de misterio

Desde mediados del siglo XVIII, se han hecho varios intentos de leer algunos de los pergaminos menos dañados de Herculano. Uno de los métodos consistía en cortar los pergaminos por la mitad y raspar las capas una a una para ver el texto del interior; otro consistía en desenrollar lentamente los pergaminos con una máquina especialmente construida para ello. Aunque estos esfuerzos de los siglos XVIII y XIX permitieron a los conservadores copiar algunas de las palabras del interior, a menudo dañaron (o, peor aún, destruyeron totalmente) muchos de los pergaminos en el proceso.

Muchos de los pergaminos abiertos anteriormente revelaban textos filosóficos griegos, incluidos algunos de los filósofos Epicuro y Filodemo. Pero, en general, se desconoce el contenido de los pergaminos sin abrir, y eso es parte de lo que hace tan atractiva la búsqueda para abrirlos. Además, los rollos de Herculano, descubiertos en una villa que probablemente perteneció al suegro de Julio César, representan la mayor biblioteca conocida de la Antigüedad clásica. Revelar sus textos sería una gran ayuda para los historiadores y para nuestra comprensión colectiva del pasado.

«Alrededor del 95% del material del periodo clásico se ha perdido, así que no tenemos nada, y sin embargo sabemos que fue uno de los periodos filosóficos más importantes de la humanidad», afirma Seales. «Es una época envuelta en el misterio de la que hemos perdido la mayor parte del material».

FUENTE: www.nationalgeographic.es