El Ministro de Cultura italiano ordena cerrar la Domus Aurea ante la posibilidad que se pueda hundir |
Roma | Enric González www.elpais.es 13/12/2005
La residencia del emperador Nerón en Roma se cierra al público.
La historia no ha sido piadosa con el emperador Nerón. Queda de él la imagen cinematográfica de un pirómano que toca el arpa y entona ripios mientras arde Roma. Sin embargo, sabía vivir. Ofrecía fiestas espléndidas, las mejores de todos los tiempos, según el arqueólogo Andrew Wallace-Hadrill, y, después del incendio del año 64, se hizo construir la Domus Aurea, una residencia de 2,5 kilómetros cuadrados con 300 habitaciones. Si la leyenda es cierta, Nerón pronunció una frase memorable cuando se trasladó al nuevo palacio: "¡Por fin podré vivir como un ser humano!".
La Domus Aurea fue hasta ayer una de las grandes atracciones turísticas de Roma. Hoy recupera la condición de tesoro oculto. El edificio se hunde, no hay fondos para mantenerlo y no es posible garantizar la seguridad de los visitantes. Estará cerrado al público durante un par de años en el mejor de los casos.
El cierre de la Domus Aurea fue anunciado por el ministro de Bienes Culturales, Rocco Buttiglione. El ministro indicó que para acometer los trabajos más urgentes en el palacio de Nerón hacían falta cinco millones de euros y dos años de trabajo, y vaticinó un futuro sombrío para las antigüedades romanas. "Hemos tenido ya un hundimiento en el Palatino, y observamos también problemas graves en las Termas de Caracalla, donde ha sido necesario restringir las visitas", explicó. "La cuestión", añadió, "es política: Italia debe decidir si quiere hacerse cargo de sus bienes culturales".
La iniciativa de Buttiglione tenía un claro objetivo político. El Ministerio de Bienes Culturales ha sido uno de los más afectados por las estrecheces del presupuesto italiano, y en 2006 contará con 48 millones de euros menos que en 2005. Era de esperar que en la recta final de las negociaciones presupuestarias Buttiglione amenazara a sus compañeros de Gobierno con las consecuencias de los recortes. Después de desvelar el estado ruinoso de las finanzas de los teatros operísticos y de la producción cinematográfica, el ministro quiso recordar a Silvio Berlusconi que uno de los grandes patrimonios del país, el arqueológico, estaba cayéndose a pedazos.
Las intensas lluvias de las últimas semanas han causado daños en muchos de los vestigios de la antigua Roma. En el caso de la Domus Aurea, las filtraciones de agua han empapado los muros y pueden provocar la caída del yeso cubierto de frescos. "No podemos arriesgarnos a que un pedazo de yeso caiga sobre un visitante o sobre un empleado; el cierre preventivo era forzoso", dijo Buttiglione.
La Domus Aurea ha luchado contra el tiempo desde que, a finales del siglo XV, un paseante cayera por una grieta del Palatino y se rompiera una pierna. El hombre quedó cojo, pero descubrió unas "grutas" fascinantes, llenas de pinturas y colores. La pasión por las "grutas" contagió de inmediato a los principales artistas y tuvo un potente impacto sobre la estética renacentista: Rafael, Miguel Ángel y Pinturicchio fueron algunos de los que se descolgaron con cuerdas para observar la decoración neroniana y para dejar, como buenos turistas, su firma. En los siglos siguientes prosiguieron las incursiones y los autógrafos: Giacomo Casanova y el marqués de Sade inscribieron sus nombres en la misma pared, a pocos centímetros uno del otro. Pero con la gente entró el aire, y con él, la oxidación y el deterioro de los frescos.
El palacio de Nerón estuvo cerrado casi 20 años hasta 1999, cuando fue reabierto con gran pompa. Ahora peligran todos los restos de la zona. Según Buttiglione, la Domus Aurea y otros edificios se perderán poco a poco si no se pone en marcha un programa que costará al menos 130 millones de euros y una década de obras. Con cinco millones podrían reabrirse en un par de años algunas de las habitaciones neronianas. "Hago un llamamiento al ministro de Economía, al Ayuntamiento, a la Región y a las empresas privadas para que aporten al menos esos cinco millones", dijo Buttiglione.