Berta F. Quintanilla | Almería www.elalmeria.es 26/02/2012
El grupo de investigación ‘Ciudades antiguas, turismo y sostenibilidad’ de la Universidad de Almería persigue una ruta del conocimiento histórico. La aplicación podrá ser descargada en teléfonos móviles.
La historia de Manuel López Muñoz, profesor de Filología Latina y director del Centro de Investigación en Comunicación y Sociedad (Cysoc) y Rosalía Rodríguez, responsable del grupo Ciudades antiguas, turismo y sostenibilidad es la de dos apasionados por el conocimiento. Por descubrir aquello que la gente no sabe y regalárselo a los ciudadanos, locales y autóctonos. La ignorancia es un caballo de batalla complicado de domar. Llevan desde 2010 trabajando a fondo, a un ritmo de vértigo, para transmitir el legado de los romanos. Ésta es una civilización que deja huella allá donde va. Pero hay sitios en los que esta marca está más escondida. Y este es el caso de Almería.
Financiado por la Diputación de Almería y con el respaldo total de la Universidad, los expertos persiguen la puesta en valor de los restos materiales desde diferentes puntos de vista, resaltando su significado social y jurídico. La provincia cuenta con determinados yacimientos, en varios municipios. De este modo, ubicaciones como Alhama, El Ejido, Abla o Chirivel, por poner algunos ejemplos, presentan vestigios irrefutables de que por sus calles transitaron los romanos.
No hay mejor testigo que los restos arqueológicos, de los que han aparecido bastantes. «Precisamente esto es lo que nos permite ir avanzando en el estudio», aseguró a Diario de Almería Manuel López. «Empezamos hace aproximadamente un año aunque nuestro trabajo ya venía de antes porque siempre hemos tenido un interés especial por esta civilización, organizando jornadas de romanización y otras actividades». De ahí, algunos emplazamientos que sumados a la iniciativa de estos dos enamorados de las letras y del pasado, «dieron como fruto un proyecto que arrancó hace ahora aproximadamente un año, porque fue en diciembre de 2010». Dentro de los datos presentados, también aparecen las coordenadas GPS. Esta aplicación facilitará que quien lo desee pueda encontrar los emplazamientos únicamente introduciendo los datos en el teléfono móvil o en el terminal adecuado. Asimismo, hará reales también distintas rutas turísticas. Algunas con guía especializado y otras no.
«En un mundo tecnológico es absurdo cerrar los ojos a estos avances», afirmaron. «Para ello elaboramos una ficha que explica al detalle qué es, quien lo ha estudiado, retazos de la historia concreta y todo ello lo vinculamos finalmente a elementos que te dan a entender el papel que tenía una determinada pieza dentro del mundo antiguo», manifestó Rosalía Rodríguez.
Respaldos bibliográficos, textos anexos científicos y otras propuestas permiten que a nivel de difusión se obtengan claves importantes para seguir seleccionando, para que los usuarios decidan el nivel de profundidad al que quieren llegar.
Respecto a la metodología de trabajo, la misma varía en función de cómo se encuentre el equipo. De si hay más o menos personas dedicadas a esta propuesta. «Llevamos ya muchos años con la actividad, al principio éramos cinco pero ahora hemos crecido y somos en torno a diez». Las pautas se encuentran divididas por fases. «Ahora nos situamos en la preliminar, lo que quiere decir que tenemos mucho por hacer». Respecto a las subvenciones, destacaron que «no necesitamos nada, porque estamos empezando con el proyecto, pero ya en la segunda tendremos que empezar a buscar a empresarios a los que les interese la propuesta de modo que podamos comercializar el producto». Aunque eso se ve aún más o menos lejano. «Estamos centrados en el trabajo de investigación y desarrollo», dijeron con una sonrisa.
«Partimos de la base de que el turismo de sol y playa tendrá que ir siendo sustituído poco a poco por otro con base histórica». Para ello, están las herramientas GPS que vinculan los emplazamientos a un pequeño texto explicativo. «Hemos dado un paso más: el de la puesta en valor de los restos romanos». El trabajo es intenso y cuentan con apoyo bibliográfico y diferentes referencias de textos científicos, lo que da «claves importantes para continuar indagando».
