Roma | EFE 10/12/2007
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La Casa de Augusto, en la colina romana del Palatino, se enriquece con la restauración de otras cuatro salas, que fueron presentadas hoy por el ministro italiano de Cultura, Francesco Rutelli, y que serán abiertas al público en marzo. La zona recuperada corresponde al ala este de la gran villa romana, parte que se construyó antes de que Octavio fuera proclamado «Augusto» por el Senado de Roma, el año 27, convirtiéndose así en el primer emperador.
Rutelli destacó, durante una visita a las excavaciones, que la próxima apertura al público, previsiblemente el dos de marzo, de estas habitaciones se trata de «un evento extraordinario». Las cuatro habitaciones recuperadas de la Casa de Augusto están en el lado septentrional del peristilo (jardín porticado con columnas), tres de ellas en el mismo nivel y la última en una altura superior, explicó a Efe la directora del Palatino, Irene Giacoppi.
La situada en el piso superior es el «estudiolo (despacho pequeño) del emperador», mientras el resto son el «gran Ecus», sala dedicada a recibir visitas, que tiene pavimentos de mármol; además del «cubículo inferior» y el local de rampa junto a su antecámara, que comunicaba con la parte superior de la construcción. El alcalde de Roma, Walter Veltroni, calificó de «absolutamente extraordinario» el estado de conservación de los frescos de las habitaciones, «que raramente puede encontrarse» en obras de aquella época.
De hecho, en las cuatro estancias destaca la decoración pictórica, que «se han conservado de manera milagrosa» en comparación con el resto de «domus» de la misma zona, y que han sido sometidos a un largo proceso de restauración, explicó el superintendente arqueológico de Roma, Angelo Bottini. Se trata de frescos de altísima calidad, con el máximo de las posibilidades de la época, que constituyen un importante ejemplo de pintura romana de finales del siglo I, agregó. Los trabajos de excavación y restauración de las cuatro habitaciones han tenido un presupuesto de 1,4 millones de euros, precisó el experto.
Las visitas se realizarán en pequeños grupos guiados, dijo el ministro, quien consideró que «potencialmente» serán cientos de miles las personas que querrán ver estos nuevos descubrimientos.
Los «maravillosos» frescos son de tal «fragilidad» y tan «delicados» que dar entrada libre a las estancias podría representar un problema.
Así, recordó los daños sufridos en la Casa Livia, también en el Palatino, debido a las vistas, lo que obligó a cerrarla hace 20 años, aunque volverá a abrir sus puertas el año que viene, tras la restauración.
Veltroni dijo que se «hace un gran servicio a la Humanidad» con la apertura al público de esta zona arqueológica, pues «se pone ante los ojos de los ciudadanos un testimonio histórico y una medida de belleza».
Hasta ahora excluida de las visitas, la Casa de Augusto es el monumento más importante de la colina palatina, tanto por su importancia histórica como arqueológica.
Roma es «como una caja de sorpresas», aseguró su alcalde en referencia a la gran cantidad y variedad de restos arqueológicos que salen a la luz, y no descartó que en el curso de los trabajos de excavación que se siguen en toda la capital «pueden venir otras sorpresas».