Madrid | EUROPA PRESS 07/06/2006
La Biblioteca Nacional (BN) muestra desde el 8 de junio y hasta el próximo 10 de septiembre la evolución de los números, de la aritmética y las matemáticas, en la exposición ‘Vida de los números’, que propone reconstruir la relación de la humanidad con los números y describir un hecho científico tan fundamental y universal como el hecho numérico a través de materiales del mundo de la cultura.
Incunables, grabados de Leonardo o de Durero y códices milenarios de El Escorial son algunas de las piezas que podrán contemplarse en esta muestra, comisariada por Antonio J. Durán Guardeño.
Como explicó Rosa Regàs, directora de la BN, mostrar la vida de los números en esta institución «supone llamar la atención sobre esa componente innata también al hecho matemático y científico y, en buena parte, los libros y manuscritos expuestos son una magnífica muestra del mestizaje entre ciencia y arte mucho más frecuente en los libros de lo que a menudo se piensa».
Así, encontramos en la exposición un buen número de piezas donde los números comparten protagonismo con dibujos, grabados o diseños gráficos que cabe considerar sin ninguna duda como obras de arte.
Restos arqueológicos, monedas romanas, manuscritos prerrománicos, incunables, grabados de Leonardo o de Durero, mapas- terrestres o celestes- y diseños tipográficos son algunos de los atractivos de esta exposición, donde el visitante podrá contemplar el devenir de los números desde que aparecieron escritos en milenarias tablas babilónicas hasta acabar encarcelados en los actuales sudoku.
La muestra también recoge códices milenarios de El Escorial, que contienen el primer registro escrito conservado de las actuales cifras; por las aritméticas mercantiles renacentistas, entre ellas la de Luca Pacioli que contiene el primer modelo de una letra de cambio e introduce la contabilidad de doble entrada; entre otras muchas joyas que informan al visitante del origen y evolución del uso de los números.
LA PREHISTORIA DE LOS NÚMEROS
Como explicó el comisario durante una visita guiada a la prensa, la exposición está dividida en cuatro espacios. EL primero habla de la prehistoria de los números, donde aparece el ‘Codex matritensis’, una miniatura que representa a varias personas en actitud de contar con los dedos. También hay tablillas administrativas sumerias con numeración cuneiforme, numeración romana o numeración mesoamericana prehispánica.
En el apartado dedicado a ‘Las cifras’ se recoge el ‘Codex Vigilanus’ (año 976), y su copia, el ‘Codex Aemilianensis’ que está compuesto por 429 vitelas que conforman un museo de pintura de la Alta Edad Media. Es el registro escrito más antiguo que la Humanidad conserva donde aparece la secuencia completa con la forma de los actuales números, salvo el cero.
Otra sección está dedicada a la aritmética hindú y el cálculo mercantil, donde se narra la evolución sufrida gracias a los intercambios comerciales, durante los siglos XII y XIII. «Fue en este momento histórico cuando el sistema de numeración hindú-arábigo empezó su difusión y afianzamiento en Europa», relató Durán Guardeño, destacando que fue entonces cuando se inició «una pugna entre los ábacos y la aritmética que duro tres siglos y que acabaría con la victoria final de la aritmética, propiciada, en parte, por el desarrollo de la imprenta».
APARECE EL CERO
Con la inclusión del cero como número, el sistema hindú-arábigo permitía un sofisticado tratamiento algorítmico para las operaciones con los números que supuso un enorme avance sobre cualquiera de los sistemas de numeración.
En este apartado la muestra recoge la contabilidad de Luca Pacioli (1494), en la que además se introduce por primera vez la contabilidad de doble entrada. Asimismo, la exposición recoge «otra joya», dos aritméticas españolas: ‘Suma de la art de arismetica’, de Francesc Santcliment, el primer libro de matemáticas impreso en España (1482) y del que se conserva un único ejemplar; y la de Juan de Ortega.
El comisario relató que a partir de la aparición de la imprenta se dejó de imitar la letra manuscrita y se propició la creación de un gran número de juegos tipográficos propiamente adaptados para la prensa. Así, por encargo de Aldo Manuzio, impresor veneciano, el boloñés Francesco Griffo creó, entre otros, los tipos itálica y la romana con mayúsculas más bajas que las minúsculas en Francia, Claude Garamond creaba, entre otras, las grecs du roi, que fueron utilizadas hasta principios del siglo XIX y en las que se publicaron todas las ediciones príncipes de los textos matemáticos griegos.
INCUNABLES
La exposición también muestra varios incunables y post-incunables que van desde varios calendarios de Regiomontano (impresos por Ratdolt), pasando por una Cosmographia de Ptolomeo, con un ejemplar impreso en Ulm en 1482 por Leonard Holle, con sus mapas ptolemaicos coloreados a mano.
Las obras expuestas proceden de los fondos de la Biblioteca Capitular y Colombina de Sevilla, Biblioteca de Catalunya, Biblioteca del monasterio de El Escorial, Biblioteca de la Universidad Complutense de Madrid, del Museo Arqueológico Nacional y de la Biblioteca Nacional.
La exposición se enmarca dentro de la celebración el próximo mes de agosto en Madrid del International Congress of Mathematicians, la más importante reunión de matemáticos que cada cuatro años reúne a más de cuatro mil especialistas, entre ellos a numerosos premios Nobel.