Alberto García Reyes | Sevilla www.abc.es 08/06/2008
Cuando el pasado mes de enero los arqueólogos Oliva Rodríguez y Álvaro Jiménez descubrieron la cabeza de una venus de mármol en el número 11 de la calle Siete Revueltas -zona conocida como Cerro de San Antonio anexa a la parte alta del Teatro Romano de Itálica-, la Consejera de Cultura, Rosa Torres, habló de un plan para la expropiación de las viviendas de ese espacio para poder continuar con las excavaciones, en las que también se habían hallado restos de la época anterior a Augusto.
Sin embargo, en el entorno del Teatro se están construyendo varios residenciales que, según Oliva Rodríguez, están sobre «lo que era la necrópolis de la Vegueta, también conocida como El Pradillo». El caso más claro es el del Edificio Nuevo Teatro, cuya construcción finalizó en 2007. Este inmueble se sitúa en el antiguo recinto ferial, a escasos 50 metros del Teatro y en el espacio en el que se ubica la citada necrópolis. «Es más que probable que allí haya restos», explica la arqueóloga, que considera «casi imposible» que durante la factura de los cimientos no se haya descubierto alguna pieza de valor, ya que «en esa zona pocos solares van a estar libres de tener bajo su suelo restos romanos».
Oliva Rodríguez aclara, además, que aunque la Junta ya ha expropiado varias casas junto al Cerro de San Antonio, «no hay excavaciones previstas de forma inminente». Todo lo contrario de lo que ocurre con la construcción, que a pesar de la crisis sigue su curso. En la avenida Rocío Vega Niña de la Alfalfa, a mitad de camino entre el Teatro y el Anfiteatro, se está edificando el Residencial Nueva Itálica, en cuyo cartel publicitario se anuncia lo siguiente: «Viviendas adosadas con o sin ático junto a restos arqueológicos de Itálica». Lo mismo ocurre con un grupo de viviendas que la inmobiliaria Sucua ha puesto a la venta en la calle Extremadura, justo enfrente de las ruinas: «Últimas viviendas con garaje incluido desde 198.334 euros más iva». El precio de estas casas anejas al Conjunto Arqueológico contrasta, además, con el que la Junta de Andalucía ha ofrecido a los propietarios de las casas de la calle Feria, a unos metros del Teatro.
Niegan licencias a quien no vende
La propietaria del número 17 recuerda que «hace más de diez años vinieron unos arquitectos a medir la casa y luego me mandaron una carta en la que me ofrecían por ella sólo dos millones de pesetas porque decían que estaba en muy mal estado. No la vendí y desde entonces no han vuelto a ofrecerme nada». Esta vecina, además, quiso restaurar su vivienda hace siete años y «sólo me dieron una licencia de obra menor, no me dejaban subir otra planta, pero justo enfrente han construido un edificio de tres plantas». Recuerda también la propietaria que aceptó la licencia de obra menor para arreglar el techo y «me hizo la obra un albañil que era tío del concejal de urbanismo, porque decía que él podía empezar a trabajar antes de que me dieran el papel». En aquella época gobernaba en Santiponce Izquierda Unida.
En un caso similar se encuentra la vecina del número 7 de la calle Siete Revueltas, donde en enero se halló la cabeza de mármol de la venus. La puerta de esta casa está a dos metros del lugar exacto en el que se encontró la pieza. Y ella dice que «jamás me han ofrecido nada». No obstante, varios vecinos de la calle Feria afirman que la Junta compró dos casas en esta zona, «aunque las utiliza el Ayuntamiento para guardar chismes».
Tanto la consejera de Cultura, Rosa Torres, como el alcalde de Santiponce, el socialista José Peña, mostraron su satisfacción por el hallazgo de la venus el pasado mes de enero. Torres, de hecho, insistió en que el descubrimiento se producía gracias a que «varias viviendas han sido adquiridas y derribadas por la Consejería para realizar investigaciones y ampliar el conjunto arqueológico, ya que allí hubo construcciones de gran tamaño, incluso anteriores a la época augusta». Por su parte, José Peña reclamó que la «cabeza diademada sea expuesta y musealizada en Santiponce. Me encantaría que la pieza estuviera aquí, porque la colección de vestigios arqueológicos descubiertos en la arcana población romana se encuentra depositada en el Museo Arqueológico de Sevilla».
El solar en el que se encontró la cabeza, por cierto, está actualmente cercado y «la zona se ha cubierto con arena», según explica la arqueóloga, que finalizó su trabajo en enero y ahora está terminando la memoria en la que se detallan los descubrimientos y que «servirá para posteriores excavaciones». Desde entonces nadie ha vuelto a ir por ese lugar, que acogerá el futuro Centro de Recepción de Visitantes de Itálica.
Entretanto, la cabeza está en el Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico a la espera de ser estudiada. «Todavía no se ha tocado porque el Instituto tiene mucho trabajo y la pieza no tiene problemas de conservación inmediata, porque está en buen estado y es de mármol», dice Oliva Rodríguez.
La cuestión es que la diligencia con que la Junta anuncia su intención de expropiar para seguir excavando y el Ayuntamiento otorga licencias de nueva construcción en el entorno del Teatro Romano, no casa con el aspecto descuidado que ofrece el lugar. En la zona del Cerro de San Antonio los restos están cubiertos por una espesa retama en la que se ocultan botellas vacías, bolsas y otros desperdicios. Y en la parte de abajo, la que linda con el Edificio Nuevo Teatro, el sistema de iluminación está destrozado y en algunos postes los cables están incluso colgando por fuera. Hay incluso rayaduras sobre la piedra con las que algunos enamorados han certificado sus amoríos y sus conquistas.