Carlos Pascual | Madrid www.cincodias.com 08/08/2009
Son las favoritas del turista, por su mezcla de pasión y quietud.
Si pudiéramos volar como Ícaro cerca del sol, veríamos que las Cícladas son un círculo (cyclades), un torbellino de por lo menos veinte islas, más un sinfín de islotes solitarios. Si los dioses antiguos se contentaron con trotar por las más grandes, a los turistas les chifla encallar en cualquier cala o roca desierta, para saciarse de sol. Cerca de Ermoúpoli, capital del archipiélago, en Siros, hay un aeropuerto, y otras cuentan así mismo con conexión aérea, que acogen a veces chárters y vuelos internacionales. Pero sólo mediante el barco se puede arribar a las orillas más codiciadas, las que guardan un cierto halo de pureza.
En el centro del collar se esconde la más sagrada, Delos. Ya era venerada hace 4.000 años; los atenienses, en 426 aC, decretaron que «nadie podía nacer ni morir» sobre aquel suelo. Estaba consagrada a Apolo, que sin embargo permitía que otros colegas del Olimpo y divinidades sirias o egipcias compartieran su territorio. Quedan cinco de los nueve leones de mármol que guardaban el lago sagrado, hoy desecado; contemplan indolentes el antiguo hervidero de peregrinos, ahora un campo de ruinas.
Junto a Delos, mucho mayor que ella, surge de la espuma Mikonos, el pedrusco con que Poseidón destruyó a los Gigantes que querían adueñarse del Olimpo y que luego arrojó al piélago. La roca acabaría convirtiéndose en el mito turístico por excelencia de la Grecia moderna. Su carrera comenzó a finales de los sesenta, cuando aún había hippies vagamundos. Fue un fenómeno parecido al de Ibiza; incluso el decorado tenía algo en común: cubos y aristas de blancura abstracta, con ribetes de azul y cascadas de geranios, hibiscos y buganvilias, casas y calles como plasmadas a mano, molinos de aspas triangulares, una atmósfera saturada y permisiva, pagana, festiva. Mikonos ha dejado de ser un gueto gay, aunque sigue siendo gay friendly; la vorágine turística ha arrasado las últimas guirnaldas libertarias, pero algo tiene Mikonos que acaba por cautivar al más reticente; solo hay que cogerle el punto.
Menos famosa, aunque más grande, la isla de Paros tiene un paisaje más accidentado y lujuriante. En lo demás, se le parece mucho: pueblos de blancura cegadora, molinos de aspas anclados entre los huertos, playas disociadas de sus pueblos. Con su mármol se esculpieron las más bellas estatuas clásicas.
Otra isla estrella, en el borde del círculo mágico, es Santorini, o Thera. La ennoblece otro mito: se dice que la Atlántida sumergida de Platón es el eco de un cataclismo real, que habría conmocionado a los antiguos helenos. Las cornisas descarnadas, astilladas, como un pecio naufragado, delatan un cumplido historial de explosiones volcánicas, la última en 1956. Y sin embargo, es la favorita de los viajeros. El contraste de su carne desolada y ocre, como hojaldrada, con las casas níveas en lo alto, y las cúpulas azules de iglesias vertiéndose en cascada, es una de las estampas más fotografiadas. Lo mismo que la escalera que abrocha las casas de Fira, en lo alto de la cornisa, con el minúsculo puerto de Skala -un funicular ahorra la caminata, o subir a lomos de un burro-. La dureza geológica se torna, al caer la noche, en pura sensualidad, con racimos de terrazas asomadas al mar, alumbradas por velas, con frascas de un vino local, ambarino y licoroso; un vino de dioses para saborear la calma del mar griego.
Guía práctica para los viajeros
Cómo ir
Iberia (902 400 500) ofrece dos vuelos diarios desde Madrid y otro más desde Barcelona a Atenas, así como cómodas conexiones. Olympic Airways (915 419 945) tiene conexiones diarias desde Atenas con las islas principales. Viva Tours ofrece un paquete de 14 días por las Cícladas que incluye vuelo i/v, hoteles y circuito por las islas de Mikonos, Paros, Naxos y Santorini, con ferries y traslados entre las diferentes islas y asistencia en destino, desde 999 euros; en agencias.
Dormir
Myconian Ambassador (Platis Gialos, Mikonos, +30 22890 24166, www.myconiancollection.gr). Grecotel Mykonos Blue (Platis Gialos, Mikonos, +30 22890 27900, www.grecotel.gr). Perivolas Hotel (Ia, Santorini, +30 22850 71308, www.perivolas.gr). Katikies (Ia, Santorini, +30 22860 71401, www.katikies.com). Astir of Paros (Monolithos, Paros, +30 22840 51976, www.astirofparos.gr).
Comer
En Mikonos: Chez Maria (Odos Kalogera, que sale de la calle Panachrantou), cocina tradicional de calidad, con jardín de verano. Nikos (en el Kastro, detrás del Ayuntamiento), pescados frescos y cocina griega a precios módicos. En Santorini: toda la cornisa de Fira es una ristra de terrazas y restaurantes de pescado fresco, expuesto en muchos casos a la entrada del jardín.
Naxos
La más grande de las Cícladas es Naxos, que ha hecho hueco en sus vergeles para instalar el aeropuerto y acoger a los turistas que buscan sus playas míticas. Porque fue en sus riberas donde Teseo dejó abandonada a Ariadna, después de que ésta le ayudara a encontrar la salida del Laberinto y librarse del temible Minotauro. La isla de Antiparos destaca por la cóncava rugosidad de sus grutas marinas.