Juan Soriano | Mérida www.hoy.es 04/04/2008

La pieza ha aparecido durante la reforma del antiguo hemiciclo, donde se expondrá al público Sus medidas son 4 por 5 metros y se estima su origen en el siglo I o II.

El antiguo hemiciclo de la Asamblea de Extremadura en Mérida, que hasta hace poco acogía las sesiones del parlamento regional, guardaba bajo su pavimento un tesoro que ahora sale a la luz. Las excavaciones que se están llevando a cabo para reformar este espacio han descubierto un mosaico romano que tiene como principal peculiaridad la representación del mito de Perseo y Medusa.

La pieza tiene unas dimensiones aproximadas de 4 metros de largo por 5 de ancho. El mosaico tiene la forma de un rectángulo, enmarcado por un ajedrezado junto a una cinta y una figura geométrica. El cuadrado interior alberga un círculo, que a su vez sirve de marco para ocho círculos entrelazados, de los cuales sólo se han podido identificar cinco. En cuatro de estos espacios aparece la cabeza de la Medusa (aunque aún sólo se aprecian dos) y en otros cuatro se encuentran unos pájaros como motivo decorativo. Se estima que en el centro de toda la escena podría encontrarse la figura de Perseo, pero la excavación aún no ha llegado a ese punto.

Según ha podido saber este diario, se estima que esta obra puede remontarse al siglo I o II d. C. La temática, aunque es común en el arte romano, no deja de resultar interesante para los investigadores, ya que los mosaicos suelen mostrar elementos geométricos en lugar de figurativos.

La pieza se ha descubierto durante las obras de reforma del antiguo hemiciclo de la Asamblea, que hace cinco años inauguró dentro de sus instalaciones un nuevo espacio, más moderno y funcional, para acoger las sesiones plenarias.

El parlamento regional trabaja en la remodelación de esta dependencia para convertirla en una sala de usos múltiples. Asimismo, la planta superior de este espacio servirá para ampliar la biblioteca y para crear una galería de exposición artística en el lugar donde se celebraban las juntas de portavoces.

La Asamblea de Extremadura integrará los restos del mosaico de la Medusa en la futura sala de usos múltiples, lo que permitirá que pueda ser contemplado por el público, al igual que sucede con otro mosaico hallado durante los trabajos de ampliación. Esta pieza se puede apreciar en la actualidad en el llamado salón de los pasos perdidos.

Mito muy extendido
La representación de Perseo y la Medusa estaba muy extendida en el mundo clásico. Así lo indica Guadalupe López Monteagudo, del Consejo Superior de Investigaciones Científicas y una de las principales especialistas españolas en mosaicos romanos, en uno de sus trabajos, ‘El mito de Perseo en los mosaicos romanos. Particularidades hispanas’, que aborda de forma monográfica esta cuestión.

Según la mitología griega, Perseo era hijo de Dánae, quien había sido encerrada por su padre en un calabozo para evitar que tuviera descendencia, ya que el oráculo le había anunciado que su nieto le mataría. Pero Zeus pudo fecundarla al llegar a ella a través de una grieta en forma de lluvia dorada. Entonces, el padre de Dánae arrojó a su única hija y a su nieto al mar, pero las aguas les llevaron al reino de Polidectes. Años después, para evitar que Polidectes se casara con su madre, Perseo le ofreció como regalo la cabeza de la Gorgona Medusa, que convertía en piedra a todo aquel que osara mirarle directamente. Con la ayuda de los dioses Atenea y Hermes pudo conseguir su propósito.

Como apunta López Monteagudo, el mito tuvo continuidad entre los romanos, «quienes consideraban la figura del héroe como un talismán contra las influencias malignas, lo mismo que la cabeza de la Medusa». En su estudio repasa varios mosaicos hallados en distintos puntos de Europa y el norte de África.

En cuanto a Hispania, «la representación del mito de Perseo se reduce a los pavimentos de Itálica, Conímbriga y Tarragona, en cada uno de los cuales se plasmó un episodio diferente, sin contar las seis veces que aparece la Medusa en relación directa con el mito o en el centro de un escudo».

Guadalupe López apunta que uno de estos casos es el de un mosaico encontrado en Mérida, fechado a finales del siglo II o principios del siglo III, que ofrece un interesante punto de comparación a la pieza descubierta recientemente en la Asamblea.