Cuenca | EUROPA PRESS 21/02/2006

Un equipo de arqueólogos y restauradores ha puesto al descubierto un mosaico romano del siglo IV en Noeda (Cuenca), que puede ser uno de los más importantes de esta época tardorromana por su calidad artística, por la abundancia y profusión de sus figuras y por su iconografía.

Cuenca | EUROPA PRESS 21/02/2006

Un equipo de arqueólogos y restauradores ha puesto al descubierto un mosaico romano del siglo IV en Noeda (Cuenca), que puede ser uno de los más importantes de esta época tardorromana por su calidad artística, por la abundancia y profusión de sus figuras y por su iconografía.

La consejera de Cultura, Blanca Calvo, presentó hoy en el Museo Arqueológico de Cuenca, un mosaico excavado en los dos últimos meses en Noheda (Cuenca) que pudo tener originalmente una superficie de 80 metros cuadrados, lo que constituye la mayor superficie musiva figurada hallada en el país hasta la fecha.

Se trata de un pavimento de extraordinaria calidad artística y técnica, con gran variedad de figuras y una interesante iconografía. Además, el momento histórico en que se data refuerza el valor patrimonial que pueda tener, ya que fue realizado en uno de los momentos de mayor esplendor de la romanidad hispana, la época de Teodosio. Calvo resaltó que "el hallazgo tiene una importancia excepcional y viene a reafirmar la relevancia arqueológica de la Meseta meridional para el estudio de la romanidad tardía, que en Castilla La Mancha ha ofrecido en los últimos años otros hallazgos extraordinariamente relevantes, como los de la Vega Baja de Toledo o Carranque".

La titular de Cultura anunció que está previsto incluir Noheda en el programa de excavaciones sistemáticas de la Consejería, con la puesta en marcha de una excavación de cuatro meses de duración durante el próximo verano. Estos trabajos supondrán la contratación de 12 personas, un arqueólogo, un restaurador y diez peones.

El mosaico de Noheda está creando expectativas desde el punto de vista arqueológico, pues puede aportar información valiosísima de la época romana-tardía. "Aunque todo está aún por verse. El futuro del yacimiento lo van a ir marcando los propios resultados de la excavación. Los hallazgos encontrados determinarán qué decisiones tomar y en qué momento", manifestó la consejera. Ha sido el Instituto de Patrimonio Histórico Español (IPHE) el que se ha ocupado de esta primera fase de la excavación, que se ha llevado a cabo durante los meses de diciembre y enero. En esta primera campaña se pretendía averiguar el tamaño del mosaico, conocer su superficie aproximada y la extensión del enclave al que pertenecía, ya que, hasta la fecha, el yacimiento arqueológico no estaba catalogado como tal. Además, se ha querido determinar la importancia real del descubrimiento.

EXCAVACIÓN

La excavación inicial ha consistido en el trazado de un sistema de cuadrículas de dos por dos metros, que ha descubierto el mosaico en una superficie aproximada de unos cincuenta metros cuadrados, dejando una porción sin descubrir que se calcula en unos treinta metros cuadrados, informó la Junta.

Los trabajos de esta primera fase concluyeron con la puesta en marcha de ciertas medidas de protección. Ésta era la principal preocupación por parte de la Consejería de Cultura y del IPHE, que han procedido a proteger con carácter urgente los mosaicos, a fin de evitar su expolio, ya que son piezas que se pueden trasladar con facilidad. Para ello se ha actuado con rapidez, cubriendo de nuevo los mosaicos, para evitar su exposición y deterioro, y levantando el vallado pertinente que impida el acceso descontrolado a la zona. Hasta ayer lunes se seguía trabajando en la colocación de una valla en el perímetro del terreno.

HALLAZGOS

La directora de las excavaciones, Isabel Puche, presentó los mosaicos con imágenes de power point, pues en estos momentos los mosaicos se hallan cubiertos para asegurar su protección, lo que hacía inviable su presentación in situ.

Puche explicó que el mosaico tiene en su parte superior un gran cortejo dionisíaco, en el que se representa al dios Baco en posición central, coronado por Victorias aladas y ménades, en lo alto de una carroza arrastrada por cuatro centauros músicos; a ambos lados del cortejo, ménades danzantes y sátiros portando antorchas.

Inmediatamente debajo de esta gran escena, hay una pareja heroica entrelazando sus manos, en lo que parece ser una escena nupcial; el varón, a la derecha, está tocado con gorro frigio, y porta clámide, manto y polainas; la dama, asistida por tres sirvientas, parece acabar de descender de un barco a su izquierda, en el que cuatro marineros, vestidos como el varón, efectúan maniobras de atraque. A la derecha de la primera escena descrita, varias parejas de hombre, vestidas del mismo modo, ejecutan lo que parecen ser pasos de baile. Al otro lado de la nave se perciben pies de otros personajes, que no han sido todavía descubiertos, y bajo ellos, jóvenes desnudos pescan variadas especies marinas. A los lados de esta gran escena marina, hay además escenas de atletas combatiendo, en pleno pugilato y alzando los trofeos obtenidos.

Todas estas figuras, a tamaño real, componen un gran mosaico de unos 80 metros cuadrados de extensión. Las imágenes de la presentación dejaban apreciar con facilidad la profusión de colores y de formas de lo que promete ser un referente de la época romano-tardía en España.

PRESERVACIÓN DEL PATRIMONIO

El director general de Patrimonio y Museos, Enrique Lorente, resaltó la importancia de comportarnos responsablemente en asuntos de preservación del patrimonio.

Lorente hizo un breve recorrido por lo que ha sido la historia de estos terrenos donde hoy se ubican los mosaicos e informó de que fue a comienzos de 2005, cuando el propietario de los terrenos comunicó al Instituto de Patrimonio Histórico Español (IPHE) la existencia de un mosaico romano en Noheda (Cuenca) que había sido descubierto hacía 20 años. El IPHE comunicó el hallazgo a la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha y a la Diputación de Cuenca. La Consejería de Cultura consideró oportuno proteger el mosaico, y ofreció al IPHE la posibilidad de compartir las tareas de salvamento y protección.