Jesús C. Urbano | EFE | Aljarafe (Sevilla) 20/09/2009
Un grupo de expertos halla 90 nuevos yacimientos a partir de prospecciones sistemáticas en suelos de Olivares y Albaida.
Unos trabajos de «prospección sistemática» realizados a unos 30 kilómetros de la capital andaluza han permitido descubrir hasta 90 nuevas localizaciones arqueológicas con restos de diferentes épocas y edades que están siendo estudiados para su conservación y posterior exposición. Estas prospecciones tendrán continuidad con futuras excavaciones en un radio de unos 17 kilómetros en el entorno del río Guadiamar, en suelos de los municipios de Olivares y Albaida del Aljarafe.
Además de su valía paisajística, tras el proceso de restauración medioambiental que siguió a la rotura de la balsa de lodos de Boliden, el Corredor del Guadiamar se erige como el nuevo epicentro de la arqueología en la provincia.
La Universidad de Sevilla y el Servicio Municipal de Arqueología que comparten los ayuntamientos de Olivares y Albaida del Aljarafe han promovido la realización de nuevos trabajos con resultados sorprendentes. El director de este servicio arqueológico, Pedro Rodríguez, explica que durante los dos últimos años se han realizado en zonas rurales y urbanas de Olivares y Albaida del Aljarafe unas labores de «prospección sistemática e intensiva del territorio total» que han concluido en el descubrimiento de 90 yacimientos en la zona. Así, 15 prospectores, equipados con GPS y comunicaciones de radio, han ido trazando «polígonos» que «encierran» yacimientos y posteriormente a esta labor de delimitación, se ha batido la superficie y se han localizado restos. Después se han realizado mediciones de densidad para abrir el camino para la realización de excavaciones futuras que puedan alumbrar nuevos descubrimientos.
Los ayuntamientos de Olivares y Albaida han iniciado los trámites para declarar zona protegida los suelos donde se han descubierto restos arqueológicos, la mayoría de la época romana, aunque también se han encontrado yacimientos del periodo Calcolítico (en torno al 3.000 antes de Cristo).
El arqueólogo municipal subraya que, junto con los dólmenes de Valencina de la Concepción y Castilleja de Guzmán, los restos localizados en el fértil entorno del Guadiamar constituyen «otra de las grandes huellas de la primera Edad del Hierro y de la última del Bronce» en la provincia de Sevilla. «Toda la cornisa Noroeste del Aljarafe conforma una franja con yacimientos prehistóricos de primer nivel en España», asegura Pedro Rodríguez.
El Consistorio olivareño, de hecho, está construyendo un centro de interpretación de los nuevos yacimientos para poner en valor los restos localizados y recrear la «huella arqueológica» del Guadiamar. «Este centro va a servir de lanzadera a nuevas excavaciones», señala el arqueólogo Pedro Rodríguez, que abunda en la necesidad de dotar de protección frente a procesos urbanizadores los suelos donde se han hallado restos.
Además de a las edades prehistóricas, los nuevos yacimientos apuntan a la floreciente huella romana, que dan continuidad al importante yacimiento de Laelia, una antigua ciudadela romana ubicada en Olivares y que busca ser declarada Bien de Interés Cultural (BIC). Una parte de la edificación romana de Laelia se levantó sobre una base tartésica y en su recinto se han localizado restos «importados» de Egipto.
La declaración como BIC de esta ciudad romana servirá como «muro de protección» frente a los trabajos de construcción de la línea de alta velocidad ferroviaria entre Sevilla y Huelva, cuyo trazado inicial amenaza a estos destacados restos, entre los que se encuentra un acueducto para el transporte del agua desde el hoy río Guadiamar hasta la antigua ciudad romana de Itálica, ubicada en la actual Santiponce.