Jarrón del pintor griego Asteas (siglo IV a.C.)Los Ángeles / AFP 27/11/2005

El gobierno griego se sumó al italiano en la batalla que emprendió este último contra el saqueo clandestino de sus tesoros artísticos de la antigüedad. Ayer, en esta ciudad, el Museo Paul Getty mostró su decepción por la decisión de Grecia de iniciar un proceso judicial para recuperar cuatro antigüedades que se encuentran en la famosa institución.

El Museo Getty «está decepcionado de que el gobierno griego inició una acción legal cuando el Getty demostró su buena voluntad de considerar la evidencia que el gobierno griego posee y discutir este asunto de buena fe», indicó ayer un comunicado de la Institución. Tres días atrás, Grecia inició una acción judicial contra el Museo Getty para recuperar cuatro antigüedades que salieron ilegalmente del país, indicó el ministerio de Cultura en un comunicado.

El secretario de Cultura, Pétros Tatoulis, dijo haber dado «claras instrucciones para que el proceso de reivindicación de cuatro antigüedades comience por la vía judicial», indicó el texto, que no detalló ni los objetos ni el procedimiento legal. El famoso Museo, fundado por el magnate del petróleo J. Paul Getty, admitió en setiembre pasado que unas 82 piezas de su colección de miles de objetos fueron adquiridas a través de vendedores de dudosa reputación. El diario «Los Angeles Times» estableció que 54 de los 82 objetos declarados robados formaban parte de las 104 antigüedades clasificadas como «obras maestras» por la entidad. Muchas de ellas habían sido adquiridas mediante vendedores sospechosos de formar parte de una red ilegal de venta de objetos antiguos, investigada por el gobierno italiano.

Italia decidió presentar batalla al saqueo clandestino de sus yacimientos arqueológicos, y optó por una estrategia dirigida a disuadir a los grandes museos internacionales que, siempre a la caza de buenas piezas, podrían caer en la tentación del comercio ilícito. La estrategia: perseguir al comprador final.

El pasado miércoles 16 comenzó en Roma el juicio penal contra Marion True, ex curadora del Museo Getty de Los Angeles, y contra el intermediario suizo Emanuel Robert Hecht, acusados de asociación para delinquir, tráfico de bienes robados e importación clandestina. El Estado italiano se ha presentado como parte civil en un proceso que, si los imputados resultan condenados, sentará un precedente que hará temblar a otros museos con adquisiciones recientes de carácter dudoso.

Marion True, de 57 años, doctora en Arte por la Universidad de Harvard y curadora de antigüedades del Getty de 1986 hasta el 1 de octubre, fecha en que renunció,está acusada de adquirir para el museo a sabiendas 42 piezas romanas, griegas y etruscas expoliadas en Italia.

True, que ahora vive en Francia, se presentó en Roma el día del inicio del proceso a proclamar su inocencia. La defiende el Getty, que en enero inaugurará el proyecto al que True ha dedicado quince años de esfuerzos, la Villa Getty de Malibú, remodelada a imagen y semejanza de la Villa de los Papiros de Herculano.

Como muestra de buena voluntad y sin admitir culpa, el Museo Getty devolvió el pasado 10 de noviembre a Italia tres de las piezas en conflicto, que se exponían en la sucursal de Malibú: un jarrón del pintor griego Asteas (siglo IV a.C.) esquilmado en Campania; una estela funeraria del siglo VI a.C. escamoteada de la colonia griega de Selinunte, en Sicilia; y un candelabro etrusco. Ya en 1999, el Getty restituyó otras cinco piezas, entre ellas un vaso de Eufronios del siglo VI a.C. -que ahora se exhibe en el Museo Etrusco de Roma-, al demostrar Italia su procedencia.

Eufórico por el logro, el ministro de Cultura italiano, Rocco Buttiglione, aseguró que Italia está dispuesta a ampliar de los cuatro años actuales a ocho, e incluso a diez, sus préstamos de obras de arte a museos internacionales. «Pero nos mantendremos firmes en un punto: lo que es del pueblo italiano, debe volver al pueblo italiano -dijo-. Los estadounidenses deben saber que los robos de bienes culturales suelen estar conectados con el crimen organizado, y que el tráfico ilícito de obras de arte es una de las fuentes de financiación del terrorismo internacional.»

El pánico también cunde en otro museo estadounidense. El director del Metropolitan Museum de Nueva York, Philippe de Montebello, debió entrevistará en Roma con técnicos del Ministerio de Cultura sobre 22 objetos del Met que, según fuentes italianas, proceden del saqueo. El más importante es otro vaso de Eufronios, adquirido en 1972 también a través del marchante Hecht.