Cádiz | EP www.estrelladigital.es 20/03/2008
El hallazgo arqueológico de 16 complejos funerarios se produjo durante el transcurso de las obras de construcción de la nueva Planta de Hidrógeno de Cepsa.
Los arqueólogos encargados de supervisar la construcción de una Planta de Hidrógeno de Cepsa en San Roque (Cádiz) hallaron una necrópolis romana cercana al yacimiento de Carteia. Además de restos óseos y monedas, destaca un sarcófago de plomo de época romana datado aproximadamente en el siglo III después de Cristo. Según relataron fuentes de la Delegación Provincial de Cultura, el hallazgo se produjo durante el transcurso de las obras de construcción de la nueva Planta de Hidrógeno de Cepsa. Debido a la cercanía del importante yacimiento de Carteia, la empresa contrató a Astarté Estudio de Arqueología, que supervisa dichos trabajos.
Así, tras realizar cuatro sondeos comenzaron los movimientos de tierra, que dejaron al descubierto la primera tumba de una necrópolis, formada por una cubierta de tegulas (teja romana) que contenía un sarcófago de plomo.
Ante la aparición de este sarcófago, los técnicos de la Delegación Provincial de Cultura de Cádiz visitaron el lugar y determinaron la necesidad de proceder a una excavación en extensión. Tras la retirada de todos los niveles contemporáneos, la excavación manual sacó a la luz 16 tumbas de una necrópolis.
Actualmente, Astarté Estudio de Arqueología se está encargando de analizar los restos esqueléticos y evaluando los datos obtenidos, como la orientación de los cadáveres, el sexo, la edad o los sistemas y ritos de enterramiento, entre otras cuestiones.
Estado de conservación “excelente”
De los 16 complejos funerarios documentados hasta el momento, la Delegación de Cultura señaló como «el más completo» el hallado con el sarcófago de plomo ya que, según los arqueólogos de Astarté, su estado de conservación es «excelente». Este complejo funerario está conformado en su parte superior por una estructura denominada cuppa (con forma de cuba invertida), cubierta de tegulas (tejas), cista de ladrillos y un sarcófago de plomo. Éste, a su vez, se compone de dos piezas, la caja, rectangular o trapezoidal, y una tapa.
Según indicó, todo apunta a que los restos son «del siglo III después de Cristo» ya que, en relación con la cuppa, se encontró una moneda del emperador Alejandro Severo, que gobernó en la primera mitad de ese siglo. Además, los sarcófagos de plomo hallados hasta ahora en la Bética son datados en esta época, si bien parte de otros ajuares localizaciones durante las excavaciones pueden pertenecer a épocas más tempranas de la ocupación romana de la Bahía de Algeciras.
En el interior del sarcófago se observan restos óseos de un niño de un año. El ajuar está compuesto por una lucerna, dos tacitas y un lagrimal (recipiente de vidrio de paredes muy finas). Debido a la complejidad del enterramiento, los arqueólogos creen que es la tumba de un niño de familia adinerada de la ciudad de Carteia, que fue la primera colonia romana establecida fuera de suelo itálico.
Los arqueólogos de la empresa Astarté explicaron que el método utilizado para la fabricación del sarcófago de plomo fue la fundición. Así, se realizaban moldes de marga o arena húmeda de las medidas requeridas para las planchas de plomo.
La decoración del mismo se hacía a molde mediante unas matrices de materia dura que, una vez modeladas en arcilla o más probablemente talladas en madera, se imprimían en el molde sobre el cual se vertía posteriormente el plomo fundido, quedando los motivos decorativos en relieve sobre la lámina de plomo. Tanto la caja como la tapadera están decoradas con cenefas de hojas de laurel.