Mérida | EFE 25/08/2008
La obra clásica de «Electra» combinará a partir de mañana en Mérida la tragedia clásica de Sófocles y Eurípides con los tintes étnicos de Rumanía, en una mezcla de la música tradicional de la región Maramures (Transilvania) y los símbolos clásicos de la venganza y la justicia.
La obra, incluida en la LIV edición del Festival de Teatro de Mérida, cierra la programación oficial de este año, con un montaje del director Mihai Maniutiu que será interpretado en rumano y con subtítulos en español, según ha adelantado el director del festival, Francisco Suárez, en una rueda de prensa.
Se trata de una fusión de «marcados» tintes étnicos, según Suárez, que da «un paso más» en la Electra tradicional, que sólo busca la venganza, e incluye el afán de justicia en la figura de la protagonista, que contempla cómo su padre muere a manos de su madre y del amante de ésta.
En esta ocasión la escena emeritense recibe una versión de «Electra» del Teatrul National Radu Stanca, de la ciudad rumana de Sibiu, y con Mariana Presecan como Electra y Ioana Craciunescu y Marian Raela en los papeles de Clitemmestra y Oreste, respectivamente.
La función está ambientada en Maramures, una región del norte de Rumanía que conserva el mismo carácter «arcaico» que la antigua ciudad griega de Micenas, el lugar donde se desarrolla la acción clásica, según el director y el responsable de esta versión, Mihai Maniutiu.
Las costumbres y la tragedia humana que narran Sófocles y Eurípides, ha explicado, viven en el mismo tiempo que los lugareños de esta región, y la función combina, de este modo, la energía del texto clásico con los aires de fiesta y la cosmovisión rumana, que estarán encarnados en la piel de los actores y la música en directo del grupo rumano «IZA».
En este sentido, Francisco Suárez ha valorado la capacidad de Maniutiu de combinar la cultura arcaica y la modernidad, de fusionar lo particular y lo universal.
Mariana Presecan, que encarna a Electra en esta versión, ha señalado que su papel contiene dos «electras» diferentes, una de «carne y hueso» y otra que representa la herencia de Malamures y el modo de vida de la Rumanía más profunda.
Por su parte, Maniutiu ha destacado que para él una función debe impactar al espectador, debe sugerirle riesgo, energía; de modo que, haciendo una comparativa, «Electra» aportará al espectador el mismo impacto que puede provocarle contemplar una corrida de toros.
Respecto al traslado de la función desde las ruinas del Anfiteatro al Teatro Romano, por motivos técnicos, ha señalado que la importancia de la obra es el contenido trágico y no el escenario.
Ha subrayado que esta obra, que ya ha efectuado una gira por Asia durante diez días y ha estado en los principales certámenes teatrales de Italia, Bruselas, Francia y Bosnia, ha llegado a representarse en las orillas de una playa y hasta en una nave de un polígono industrial.
«Electra» se representará en la escena del Teatro Romano de Mérida entre el 26 de agosto y el 28 de agosto.
El primer día la función comenzará a las 23:00 horas y los otros dos días a las 22:30, con motivo de la función de «Le Troianne», que interpretará la Compagnia Teatrale Europea promossa dal NTFI en las ruinas del Anfiteatro romano el 27 y 28 de agosto a partir de la una de la madrugada.