Soria | ICAL www.elmundo.es 27/07/2008
Doscientos vecinos representan ante unos 3.000 espectadores la historia de la ciudad.
El recuerdo histórico del pasado se convirtió el sábado 26 en una estampa casi real. El yacimiento arqueológico de Numancia cobró vida como si de un viaje en el tiempo se tratara para ver con ojos del siglo XXI lo que aconteció en el año 153 antes de Cristo entre los conquistadores romanos y los autóctonos numantinos.
Doscientos vecinos del pueblo de Garray y de Soria representaron en el espacio del propio yacimiento arqueológico de Numancia la escenificación de ‘La guerra celtíbera que cambió el calendario’ ante un aforo de 3.000 espectadores.
Lo que surgió como una iniciativa casi espontánea en 1999, coincidiendo con la inauguración del Aula Arqueológica de Numancia por un grupo de interesados en divulgar la cultura numantina y garreña, se ha convertido en una cita ineludible para muchos en el verano soriano.
Nueve años después, quien le ha dado rigor histórico a las representaciones, el arqueólogo y director de las excavaciones del yacimiento numantino, Alfredo Jimeno, mira hacia atrás destacando que fue en el año 2000 cuando se dotó de orden a las representaciones en relación con las guerras numantinas.
Precisamente ese año se puso en escena la misma representación que la actual pero, como dice el presidente de la Asociación Cultural Celtibérica Tierraquemada, «hay cierta emoción» porque la representación se ha mejorado en puesta en escena y en el atrezo. Así, se refiere a la «arqueología experimental» para explicar cómo se ha confeccionado cada uno de los elementos.
En la representación actual la escenificación ganó dinamismo porque fueron diez personas las que tuvieron ‘parlamento’ como comentó Jimeno, a diferencia de hace ocho años que sólo una persona tenía intervención hablada. La implicación de los participantes ha sido aún mayor en esta ocasión.
«Nosotros vamos a seguir los textos, las fuentes romanas y la información arqueológica que tenemos para dar vida a esa reconstrucción histórica», dice Jimeno y añade que el origen de las representaciones fue «la implicación» de la sociedad de la localidad de Garray donde se ubican los yacimientos, y de Soria. Asimismo, destacó que las representaciones han permitido no sólo que la sociedad conozca su historia sino que también la transmita y la dé a conocer.
Según explica Alfredo Jimeno, las guerras celtíberas tuvieron como consecuencia el uso de un nuevo calendario que es el que hoy conocemos. Roma adelantó su año oficial que empezaba el 15 de marzo, para que los generales y los cónsules que eran nombrados entonces llegaran al principio de la primavera y tuvieran tiempo para hacer la guerra.
Los seis actos, supervisados por quien dirigió la puesta en escena, Pedro Muñoz, discurrieron por el inicio de las hostilidades, por la decisión de Roma, el cambio del calendario continuando con el episodio de Nobilior ante Segeda y la huida de los segedenses, después los celtíberos derrotaron a Nobilior el día de Vulcano y por último representaron el funeral de Caros.
Jimeno destacó en este episodio de la historia la ayuda que prestaron los numantinos a los segedenses que como consecuencia trajo la guerra al pueblo numantino y que convirtió en «la ciudad que va a liderar la resistencia celtibérica».