José Teo Andrés | Vigo (Pontevedra) www.atlantico.net 06/04/2013

La aparición de nuevos restos romanos confirma que el primitivo Vicus era algo más que una aldea, según los arqueólogos.

El Vigo romano sigue dando sorpresas y haciendo temblar las convicciones sobre su verdadera dimensión: ¿aldea o algo más? Todo ello basado en la aparición continua de restos, la mayoría en el centro pero también en el litoral, donde también se han hallado edificaciones en Alcabre.

Esta semana seis catas realizadas en el subsuelo de la antigua vivienda de la familia Mirambell, en O Vao, descubrieron que la huella romana en la finca era mayor de lo hasta ahora conocido. El arqueólogo Fermín Pérez Losada, de la Universidad de Vigo, fue quien se ocupó de excavar la residencia, datada entre los siglos III y IV y abandonada en el VI, y fijar sus límites visibles. No obstante, también pudo constatar que en un extremo había otra construcción, probablemente la que ahora se ha localizado.

La misma opinión tiene Javier Luaces, arqueólogo especializado en el mundo submarino, pero quien también apuesta por la misma teoría. ‘Las villas tienen un área de influencia amplia, con edificios secundarios, y cuando se cerró la excavación ya se había detectado’, explicó. Más dudas tiene sobre la relación de Mirambell con el resto de lo que era Vicus y en cambio sí cree que hay mucho por descubrir, incluso el nombre de aquella urbe. En todo caso, coincide en que lo que parece que ha quedado muy claro es que Vigo resulta un espacio muy importante a nivel arqueológico: ‘Desde luego, en Galicia, Vigo es una de las zonas más interesantes por la densidad de los hallazgos, y las salinas de Rosalía de Castro lo demuestran’. En su opinión, el Vicus de los siglos III y IV no desaparece de golpe y aflora en la Edad Media ya como Vigo, sino que se amplía y llegaría hasta el Casco Vello. Para Luaces, a día de hoy queda claro que Vigo se considera como un yacimiento romano muy importante, ‘sea ciudad o un vicus (población)’.

El arqueólogo considera que los próximos años habrá más sorpresas una vez que se relaciona el Castro con el Vigo romano. ‘Poco a poco van apareciendo cosas, toda la zona está muy machacada y se ha desdibujado el nexo del Casco Vello Areal y Castro, pero existe’, indica. La prueba de estaría en el yacimiento de cientos de restos de ánforas y otros objetos de origen romano en un talud del Castro, en lo que hoy es la calle Celso Emilio Ferreiro. Este hallazgo confirmaría la relación estrecha entre el núcleo primitivo y los recién llegados

Más evidencias de la extensión de lo que era el asentamiento romano y su extensión se encuentran a lo largo del litoral, donde se han ido descubriendo distintas huellas de la presencia continua. Lo más llamativo, las salinas de Rosalía de Castro, hoy en día a tres metros por debajo de la superficie debido a las ruinas y el paso del tiempo, y que fueron localizadas en los últimos 20 años con la urbanización de la calle. Y en Marqués de Valladares, en otra finca, una industria de salazón, probablemente de elaboración de la salsa ‘garum’, fundamental en la cocina imperial a base de sal y restos de pescado.

Todavía más: al lado del Museo del Mar hay las huellas de otra villa, muy cerca del castro de Alcabre, el único no romanizado. Y todavía queda las zonas de Teis y A Guía, ‘que se machacaron, como el litoral, que se destrozó con el paso del tiempo, porque había más villas costeras en una zona que se consideraba muy rica’, añade Javier Luaces.

FUENTE: http://www.atlantico.net/noticia/236921/romano/importante