Marta Pérez Guillén www.hoy.es 24/08/2010

Una placa de bronce completa y una estatua de la diosa Juno son las joyas descubiertas en las excavaciones.

Puede parecer imposible que en pleno siglo XXI aún existan zonas capaces de poner los pelos de punta a arqueólogos ansiosos por descubrir. Extremadura cuenta con yacimientos arqueológicos como el de Regina, una antigua villa romana que pertenece al municipio de Casas de Reina, que todavía no ha revelado todos sus secretos.

En los últimos seis meses, muchos de ellos han visto la luz por primera vez después de siglos enterrados, gracias a un taller de recualificación financiado por la Consejería de Cultura y Turismo de la Junta de Extremadura y el Servicio Extremeño de Empleo. La intervención arqueológica se ha centrado en una extensión de unos 800 metros cuadrados -tan sólo un 5% de la antigua ciudad-, que coincide con la parte de la villa en la que se desarrollaban las actividades cotidianas y donde se concentraban multitudes: el foro.

Los hallazgos van desde partes de estatuas, vasijas, y platos, hasta fichas de juegos de mesa y cuentas de collares. La joya de este tesoro romano es una inscripción votiva de bronce que alude a uno de los genios del municipio y aporta información escrita sobre la ciudad. De este metal, que debía de abundar en esta zona minera, se han encontrado también pinzas y agujas.

La placa comparte protagonismo con 71 monedas, una de ellas de plata. La buena conservación de varias de ellas han ayudado a poder situarlas en el tiempo. «Van desde la Edad de Hierro, la época prerromana, hasta el siglo V», informa Luis Nobre, arqueólogo encargado de la excavación, quien precisa que «en la moneda de plata aparece el emperador Trajano, en otras Antonio Pío y además, las ahí de la época de Marco Aurelio».

Sorprende también la gran cantidad de objetos de hueso trabajado desenterrados en este recinto. Alfileres, pinchos del pelo y fichas de juegos de mesa sugieren que en esa parte del foro podría haber existido un taller dedicado expresamente al comercio de estos artículos.

Los restos de cerámica también son numerosos. «Tenemos algunas piezas casi enteras de paredes finas, y estatuillas», subraya Nobre. Pero no sólo en los trabajos del Taller de Recualificación se han encontrado piezas que probablemente formen parte de la exposición permanente del Museo Arqueológico de Badajoz en un futuro próximo.

La III Escuela de Verano de Arqueología, una iniciativa de la Dirección General de Patrimonio desarollada la primera quincena de julio, puede presumir también de haber recuperado una estatua femenina sedente representando a la diosa Juno de gran índole. De tamaño algo mayor que el natural, compite con la pequeña placa de bronce en cuanto a importancia.

En opinión de Luis Nobre, «tiene más valor histórico la placa, porque, además de que se han encontrado muy pocas en la Península Ibérica, aporta una información completa y escrita sobre Regina». El investigador añade además que «cualquier arqueólogo sabe que en la zona hay o ha habido estatuas, no ocurre lo mismo con hallazgos como la placa de bronce». Al mismo tiempo, reconoce que en cuanto a valor turístico, llama más la atención la estatua de Juno y de los tres bustos que se encontraron en los trabajos de hace dos años.

Piratas con sed de oro
Una zona sin excavar y a la espera de ser explorada atrae la mirada de los buscadores de tesoros. Este es uno de los principales problemas con los que se encuentra el municipio Casas de Reina con su gallina particular de huevos de oro.

«El yacimiento supone para nosotros un orgullo, a la vez que una preocupación constante», indica el alcalde de la localidad, Agustín Castelló. «El lugar se encuentra permanentemente vigilado por miedo a que la piratería se haga con restos que puedan ayudar a entender aún mejor la cultura de nuestros antepasados», añade.

En ocasiones, estos buscadores clandestinos han llegado a romper la valla que delimita el recinto para buscar sobre todo monedas y objetos de cobre. El Consistorio ante estos sucesos, se encuentra siempre alerta por si se sitúa por la zona un coche que resulte sospechoso para ponerse en contacto con la Guardia Civil. «Plantamos virutas de metal para despistarlos», subraya Castelló.

Todo es poco cuando lo que se quiere proteger supone la supervivencia del pequeño municipio. «Es un foco económico que necesitamos», informa el alcalde de Casas de Reina, que opina que el campo y la ganadería ya han dado de sí lo que tenían que dar.

Además, Castelló -un enamorado de su municipio que se emocionó cuando se enteró de los importantes hallazgos en Regina- es el responsable de una recogida de firmas en la localidad para conseguir que se construyaun Museo de Sitio en el que exponer las piezas más importantes del lugar. «Me hubiera gustado, cuando era más joven, ser uno de los arqueólogos que están excavando en la zona», reconoce.

Aún así, la consejera de Cultura y Turismo, Manuela Holgado, durante su visita al lugar, que se ha hecho eco de las peticiones por parte de los municipios para que los restos se queden en Regina, informa que «no se pueden construir museos en cada uno de los yacimientos arqueológicos porque ese sentido de patrimonio propio no puede existir». Al mismo tiempo, añade que presupuestariamente sería imposible de acometer. La idea es que la región cuente con un museo donde se concentre toda la riqueza de estos yacimientos que sea de renombre en el resto del mundo.

Pero no todo está perdido. La consejera ha hecho pública la intención de edificar un centro de interpretación en la zona, para que todo el turista que se acerque a visitar la antigua villa romana pueda ver, aunque de forma virtual, todo lo que se ha ido encontrando y descubriendo en las excavaciones. «El proyecto se llevará a cabo en Regina cuando económicamente la Junta de Extremadura pueda», concluye Manuela Holgado.