Alejandra Guillén | Málaga www.laopiniondemalaga.es 17/06/2010
Las últimas excavaciones descubren las entradas al edificio desde la zona sur, una Vip, directamente a la escena.
Las profundidades del Teatro Romano siguen deparando sorpresas. Las últimas excavaciones en el yacimiento romano han desvelado nuevos datos sobre el funcionamiento del recinto, construido en el siglo I bajo el imperio de Augusto, y más secretos sobre los usos posteriores y la evolución del espacio después de su clausura en el siglo III d. C, coincidiendo con el ocaso de la civilización romana.
Se sabía con certeza de uno de los accesos del teatro, el de la calle Alcazabilla. Se trata de una rampa por la que el público accedía desde la céntrica vía hasta el aditus norte, así como un tramo de escalones. Y se suponía la forma de acceder del público de la zona sur al coliseo malagueño, a través de unos espacios a modo de grandes vestíbulos situados en los flancos de la escena, que constituían un elemento fundamental en la configuración definitiva de la arquitectura teatral romana.
La excavación, que ha supuesto una inversión de casi 400.000 euros y que ha sido llevada a cabo por la empresa Javier Dávila, con la coordinación del equipo arqueológico del teatro, formado por Manuel Corrales, Luis Efrén, Itzíar Merino y Ana Arcas, ha encontrado los testimonios arqueológicos que confirman estas hipótesis.
En la intervención realizada para después estabilizar y consolidar el talud existente entre el Centro de Interpretación de La Alcazaba y el aditus sur, se han localizado los cimientos y restos del muro de cierre del teatro. Según explica el arqueólogo Manuel Corrales, los romanos construyeron esta cimentación aprovechando las rocas de pizarra de la ladera de La Alcazaba, mientras que en la zona norte se empleó la creación de unas subestructuras a modo de terrazas artificiales para edificar el edificio. Así, en la entrada sur se diferencian dos tipos de entradas: la Vip, por la que se accedía directamente a la escena, y otra, mediante una escalera anexa pegada al muro de cierre del teatro.
Igualmente, para evitar inundaciones en la orchestra, la intervención ha recuperado el drenaje original del coliseo y durante estos trabajos se tiene previsto conectar la cloaca romana con el drenaje actual de la calle Alcazabilla.
En relación con la batería de piletas de salazones localizadas en la campaña de 2008, la excavación ha encontrado un gran almacén o espacio de laboreo relacionado con la factoría romana que se construyó en el recinto, en los siglos IV-V d. C. Esta estructura subterránea presenta suelos revestidos de mortero hidráulico y soportado por pilares centrales que apoyaban en sillares procedentes del despiece del teatro. Corrales observa que su construcción «es responsable de la pérdida de los dos tercios occidentales de la basílica sur del teatro». Vinculado a esta fábrica han aparecido restos de una casa romana, con una habitación pavimentada con mosaicos.