Carmen del Vando | Roma www.elmundo.es 20/05/2015

Construido en el siglo II, fue el centro principal de comunicaciones del imperio.

Tras varios años de cierre al público, ya se puede acceder al sitio arqueológico del antiguo Puerto Romano de Trajano, que los visitantes recorrerán acompañados por los alumnos de las escuelas de la vecina localidad de Fiumicino, que se han preparado en la historia de este antiguo hub, un destino puerta de enlace entre varias rutas de la antigüedad. Hace ya dos milenios, el Puerto de Trajano era el centro de articulación de las comunicaciones, algo así como el aeropuerto internacional de Fiumicino, del que dista sólo un par de kms. De hecho, acogía a los grandes navíos que, procedentes de todo el mundo, descargaban las mercancías destinadas a Roma, capital del imperio, y tras ser distribuídas en pequeñas embarcaciones remontaban las aguas del río Tíber.

En el siglo II a.C., durante la República, el sistema portuario utilizado por Roma estaba constituido por los puertos marítimos de Ostia, en la desembocadura del Tíber, y de Pozzuoli (la antigua Puteoli) en el golfo de Nápoles, además del puerto fluvial dentro de la ciudad (el emporium) realizado en la orilla izquierda del Tíber en el actual barrio de Testaccio.

El intenso crecimiento demográfico de Roma, registrado entre finales de la edad republicana y la primera edad imperial (I sec. a.C./ I sec. d.C.), que acarreaba los consecuentes problemas de aprovisionamiento de la ciudad, evidenció los límites logísticos del sistema portuario republicano debidos a la insuficiente capacidad del cercano puerto de Ostia y a la excesiva lejanía del de Pozzuoli.

Las infraestructuras de Claudio
La situación se demostró de tal gravedad que indujo al emperador Claudio a ordenar construir, a partir del 42 d.C., un nuevo embarcadero marítimo a 3 kms de Ostia. El proyecto de Claudio comprendía la realización de un gran puerto con una superficie de 200 hectáreas aproximadamente y de algunos canales para contener las crecidas del Tíber y para conectarlo con el nuevo sistema portuario. Mas, este gran puerto se reveló en breve tiempo poco seguro contra las tempestades y con tendencia a enarenarse…Y así, en menos de medio siglo, el emperador Trajano (Itálica, 53 d.C. – Selinunte 117), a inicios del II siglo ordenó un nuevo proyecto, un puerto adyacente, excavando una cuenca interior exagonal de unas 32 hectáreas, unido al de Claudio (aún utilizado como una rada exterior) a través de un amplio canal y abriendo al sureste del nuevo puerto otro canal que mejoraba la conexión con el Tíber.

El sitio arqueológico del Puerto de Trajano, parejo en sus tiempos al de Alejandría de Egipto, está formado por dos contextos cercanos pero bien distintos; por una parte, con los restos de los muelles de Claudio, con sus relativas estructuras, y el Museo de los Barcos Romanos, contiguos al aeropuerto de Fiumicino, y, por otra, con el Puerto de Trajano, cuya estructura original sigue ofreciendo una buena lectura para su memoria. El área del Puerto de Trajano, con los primeros restos arqueológicos que se remontan a los principados de Claudio y de Nerón, forma el parque estatal del Puerto de Trajano, con acceso por la carretera Portuense en las cercanías de Roma.

Italia recuperó para el patrimonio público en los años 90 las 32 hectáreas (con exclusión de la cuenca exagonal que sigue siendo de propiedad privada), la parte principal de la mayor infrastructura portuaria del mundo romano antiguo unida a un importante patrimonio naturalístico, una reserva de biodiversidad caracterizada de más de 2.300 árboles de altos troncos, algunos centenarios, que enriquecen el excepcional paisaje arqueológico.

Bajo Trajano en Roma (cuando alcanza 1 millón y medio de habitantes) además de llevarse a cabo las restauraciones del Circo Máximo y del templo de Venus, se construyeron un nuevo teatro y un odeón de incierta colocación, un nuevo acueducto que del lago de Bracciano transportaba agua a la XIV región urbana de Trastévere, las grandiosas termas cuyos restos aparecen en la colina Oppia y, de más importancia aún, el centro monumental del Foro Trajano con la columna de franjas historiadas , que narran las secuencias de las dos guerras dacias en el año 113, además de otras obras esparcidas en Italia y en las provincias, como la ya descrita: el urgente remedio a las insuficiencias del puerto ostiense de Claudio.

Ahora y hasta el 21 de junio (los sábados y los domingos) el público puede descubrir este prodigio de ingeniería, atribuido a Apolodoro de Damasco, titulado 'Área Arquelógica de los puertos imperiales de Claudio y Trajano'.

En la Terminal 3 del aeropuerto Leonardo da Vinci (Fiumicino) se ha instalado un centro de información dedicado a los puertos imperiales de Claudio y Trajano. Y en los días de apertura del sitio arqueológico un sistema de autobuses transporta a los visitantes a este parque arqueológico directamente desde el aeropuerto de Fiumicino.

FUENTE: www.elmundo.es/la-aventura-de-la-historia/2015/05/20/555c5c6fe2704e294d8b457d.html