Daniel Barrasa | Merída www.elperiodicoextremadura.com 03/01/2011
El proyecto Alba Plata de la Junta arroja luz sobre las reformas realizadas.Solo cinco de los veinte arcos del tramo central son de época romana. Debe su aspecto actual a una importante reconstrucción tras las riadas de 1603.
Los puentes romanos de Mérida sobre el los ríos Guadiana y Albarregas se han puesto al día. No solo en su aspecto, tras una limpieza integral que ha permitido una mejora sustancial de su estado, sino también porque se han realizado estudios en busca de nuevos datos sobre la construcción original y sobre las diferentes remodelaciones a las que han sido sometidas sus estructuras, ya que aún quedan en el aire algunos aspectos desconocidos y otros que suscitaban diferencias en la opinión de los investigadores.
Los resultados más interesantes que ofrece la planimetría realizada en el puente sobre el Guadiana se concentran en su tramo central, el que abarca los arcos 16 al 36, que es el que salva el cauce del río, y es el que plantea más interrogantes, entre otras cuestiones, porque es el que más reformas ha sufrido a lo largo de sus 2.000 años de historia debido a las crecidas, como ya constató José María Alvarez Martínez, el director del Museo Nacional de Arte Romano, en su tesis doctoral. Las investigaciones realizadas por el proyecto Alba Plata que desarrolla la Junta de Extremadura indican que solo cinco de los 20 arcos que forman este tramo son de época romana, lo que hace muy complicado plantear una reconstrucción del puente original.
Otra novedad se centra en la importancia de la pila número 27 del puente, a la que los investigadores de Alba Plata consideran «clave» ya que, al parecer, dividía este tramo, a su vez, en dos puentes diferenciados en época romana.
Esta última intervención arqueológica también constata las reformas realizadas en las épocas alto y bajomedieval, que actuaron en al menos siete arcos y pilas. Ya en época moderna, tras las fuertes riadas registradas en 1603 se prepararon los pretiles y varios arcos más, dotando al puente con el aspecto homogéneo que presenta en la actualidad.
En el siglo XIX se llevaron a cabo las últimas grandes intervenciones, en el que se rehicieron otros siete arcos y pilares más, si bien se hizo respetando la imagen romana a pesar de ejecutarse con técnicas constructivas contemporáneas.
En cuanto a las actuaciones de conservación ejecutadas, se ha procedido a eliminar la vegetación adherida a sus piedras, así como la supresión de grafitis y manchas de humo en los sillares provocados por el fuego, o la apertura de los conductos de las gárgolas que impedía la evacuación de agua de la calzada.
PUENTE SOBRE EL ALBARREGAS
En total la Junta ha invertido 282.000 euros en las actuaciones desarrolladas en los dos puentes. En el caso del Albarregas, además de la limpieza, la colocación de la iluminación artística y los paneles explicativos instalados, también se han realizado estudios sobre su estructura.
En este caso también se han documentado varias reformas sobre este viaducto característico de la arquitectura romana alto imperial, que data de alrededor del siglo I después de Cristo. Además de las acometidas durante la época medieval, las últimas reformas se realizaron en pleno siglo XX con la construcción de la carretera hacia Cáceres, dotándolo del aspecto actual con el alargamiento de la rampa sur y el pretil y la cornisa que corona el puente.