Ginés Donaire | Jaén www.elpais.com 14/05/2010

«Es emocionante trabajar con esculturas que sabes que tienen más de 2.000 años de antigüedad, es como transportarte a otra época». Fernando Peinado no pierde la concentración mientras, en compañía de Sandra Muñoz, elabora el molde de una estatua de un torso femenino del siglo I instalada en la sala de cultura romana del Museo Provincial de Jaén.

Un privilegio del que pueden presumir un selecto grupo de alumnos de la Escuela de Arte José Nogué que tienen la oportunidad de que sus prácticas de empresa estén dedicadas a hacer réplicas del trabajo de escultores clásicos de la antigua Roma. En concreto, las de las dos estatuas de bronce que se localizaron en las excavaciones para la recuperación del Raudal de La Magdalena. Según el arquitecto que dirigió la rehabilitación, Luis Berges, las piezas, con sus respectivos pedestales y un fragmento de placa funeraria, formarían parte del monumento funerario al mandatario romano que canalizó las aguas del manantial y su esposa.

Las esculturas se llevaron al Museo Provincial de Jaén, que cuenta con una valiosa colección de arte romano y, especialmente, con el más importante legado de arte ibero del sur de la Península. Pero el objetivo ahora es poder llevar sendas réplicas de las esculturas al barrio de La Magdalena, su lugar originario.

Del bronce al poliéster
Y en esa tarea se encuentran también Marina Rascón, Jesús Cobos, José Martos, Ana Muñoz, y Mari Carmen Morales, que dan los últimos retoques al moldeado del togado masculino. «Primero trabajamos con silicona para hacer el moldeado, después utilizamos escayola para hacer la caja de la escultura y, finalmente, se hace la reproducción con poliéster», indica Eduardo Sánchez, profesor de vaciado y moldeado de la escuela. En total, son 210 horas de prácticas junto a estas esculturas, en lo que será el proyecto final para estos alumnos, muchos de los cuales planean cursar estudios de restauración o de Bellas Artes.

Una buena experiencia, como señala Rascón, que les ayudará a mitigar la decepción que sufrieron recientemente cuando se destruyó una réplica del Doriforio de Policreto, una de las esculturas con la que estos alumnos colaboraron en la exposición al aire libre en la céntrica calle Nueva de la capital.

El módulo de Artes Aplicadas a la Escultura reúne a unos 40 alumnos de los 400 que se forman en la escuela de José Nogué, una institución centenaria y reconocida en Jaén.