Roma |AFP 10/02/2006
Artemidoro de Efeso, renombrado geógrafo griego del siglo I antes de Cristo, viajó por todo el Mediterráneo, pasando por España y terminando en Egipto, sin olvidar Italia, donde fue embajador.
Realizó 11 rollos de papiro considerados como los mapas más antiguos jamás encontrados.
Uno de esos rollos, que sirvió para envolver a una momia hace 1.800 años, fue descubierto por un equipo de arqueólogos en los años 90.
El papiro fue comprado luego por un coleccionista egipcio y pasó por diferentes dueños hasta llegar a la Compañia de San Paolo, una fundación privada italiana, que lo compró por 2,7 millones de euros.
De 2,70 metros de largo, el papiro está muy estropeado, pero los 50 trozos amarillos que lo componen dejan percibir perfectamente, a ambos lados los trazados del contorno de los países, al igual que dibujos de animales reales y fantásticos, de caras, manos y pies humanos.
"Este papiro es único. Se trata del mapa más antiguo de Occidente del que tengamos conocimiento y nos ha permitido reconstruir ciertos episodios de la historia del arte clásico", aseguraron los profesores Claudio Gallazzi y Salvatore Settis, durante la inauguración de la muestra.
La exposición, titulada ‘Las tres vidas del papiro de Artemidoro’, presenta paralelamente, hasta el 7 de mayo en el mismo Palacio, otras 140 grandes piezas procedentes de una treintena de museos europeos y americanos que ofrecen a los visitantes una visión completa de los usos y costumbres de la época en que fue realizado ese documento.
El papiro de Artemidoro será expuesto posteriormente en diversos museos del mundo. En dos o tres años será instalado definitivamente en el Museo Egipcio de Turín.