Atenas | AFP 06/06/2006
Una especie de ‘manual técnico de uso’ y otros de los secretos más íntimos del Mecanismo de Antikythera, el ordenador astronómico más antiguo del mundo, estarán a merced de la comunidad científica mundial en noviembre, en un congreso internacional que tendrá lugar en Atenas.
La cita representará el culmen de las investigaciones de un equipo de científicos greco-británico, que lograron sacar a la luz una serie de inscripciones disimuladas en el Mecanismo -que data del año 87 a.C.- y que habían permanecido disimuladas en sus entrañas desde hace más de 2.000 años.
«Más de 1.000 caracteres incluidos en la máquina ya habían sido descifrados pero ahora logramos duplicar el texto conocido y descifrar su contenido en un 95%», declaró a AFP el físico Iannis Bitsakis, uno de los participantes en la investigación organizada por la universidad británica de Cardiff.
Un escáner especial de ocho toneladas fue el que ‘obligó’ al Mecanismo de Antikythera, que data del año 87 a.C., a desvelar esos contenidos celosamente escondidos y entre los que también hay valiosos textos de astronomía escritos en griego antiguo.
El gigantesco escáner -financiado en su mayor parte por empresas privadas- logró fotografiar en tres dimensiones el Mecanismo sin que éste tuviese que abandonar el Museo Arqueológico de Atenas, donde se encuentra expuesto.
Así quedó al descubierto el funcionamiento interno de ese pequeño artilugio de bronce contenido en un recipiente de madera con forma de caja de zapatos, que constituye la máquina mecánica más antigua del planeta.
Con tan sólo 20 centímetros de espesor, «muy raro si no único», el Mecanismo de Antikythera «fue una especie de sucesor de los menhires y los círculos de piedra» prehistóricos, explicó el astrofísico griego Xenophon Mussas.
Según lo puesto de manifiesto por las fotografías, el Mecanismo -que fue hallado en 1900 en un barco hundido en aguas de la isla griega de Antikythera- está constituido por cinco cuadrantes, agujas móviles y unas 30 ruedas dentadas, movidas, con toda probabilidad, por una manivela.
El primer gran estudio sobre el aparato, realizado en los años 60 por el historiador inglés Derek Price, reveló que el Mecanismo era «un ordenador astronómico con el que se calculaba la posición de los cuerpos celestes, al menos del Sol y la Luna, y se preveían fenónemos astronómicos».
Esta hipótesis, sin embargo, plantea una serie de interrogantes a los que la investigación greco-británica intentó dar respuesta.
«El rompecabezas que tenemos que reconstruir afecta también a los conocimientos astronómicos y matemáticos del mundo antiguo, cuya historia podría esclarecer el Mecanismo», subrayó Mussas.
«Uno de los desafíos es situar en un contexto científico este Mecanismo, que no se sabe muy bien de dónde viene y contradice las hipótesis según las cuales los griegos no controlaban demasiado bien la técnica», añadió Bistakis.
Los investigadores también empezaron a estudiar otros vestigios encontrados en la misma nave que el Mecanismo, en un intento de probar las hipótesis fundadas en descripciones de Cicerón, según las cuales el instrumento fue construido por el filósofo estoico griego Poseidonios, que creó una prestigiosa escuela astronómica en la isla de Rodas, al sureste del mar Egeo.
«Al igual que Alejandría, Rodas era en aquella época uno de los grandes centros de la astronomía; puede ser que el instrumento estuviese siendo enviado a Roma como muestra de los tesoros que César se llevó de esa isla griega», dijo Mussas.