Roma | Juan Vicente Boo www.abc.es 17/12/2005

La ex conservadora del Getty, Marion True, compareció ayer de nuevo ante el Tribunal Penal de Roma junto con el traficante norteamericano Robert Hecht.

Roma | Juan Vicente Boo www.abc.es 17/12/2005

La ex conservadora del Getty, Marion True, compareció ayer de nuevo ante el Tribunal Penal de Roma junto con el traficante norteamericano Robert Hecht.

La penosa etapa histórica de los «museos saqueadores» entró ayer en su fase final con la decisión del Metropolitan de Nueva York de restituir a Italia las treinta piezas que reclama el Gobierno de Roma. Para los países víctimas de expolios arqueológicos -como Italia, Grecia, Turquía y España- es una gran victoria, pues la decisión del principal museo americano -que será recompensada con préstamos- es un ejemplo para los directivos de los demás museos con obras de origen dudoso, mientras que el proceso contra el Getty de Los Ángeles advierte lo que sucederá a quienes no colaboren. Están avisados, pues, el Museum of Fine Arts de Boston, al que Italia reclama otras treinta piezas, y otras entidades americanas, pero también la Glyptothek de Copenhague y el Museo de Tokio.

El museo más prestigioso de Estados Unidos, el Metropolitan, no quiere terminar como el más rico, el Getty: con una previsible querella por contrabando de propiedad robada ante un Tribunal de Los Ángeles y un proceso en el Tribunal Penal de Roma contra su ex conservadora, Marion True, quien ayer compareció de nuevo junto con el traficante norteamericano Robert Hecht, gran proveedor de ambos museos.

La difícil decisión de Montebello

La decisión del director del Met, Philippe de Montebello, es dura, pero es la única posible, por lo que se espera la rápida confirmación de la junta de gobierno del museo. El pasado mes de noviembre, después de un encuentro en Roma con el ministro de Cultura, Rocco Buttiglione, el director del Metropolitan anunció la devolución «voluntaria» del Vaso de Eufronios, una fascinante cratera del siglo V a. de C. que representa la muerte de Sarpedón, uno de los hijos de Zeus.

Pero Italia reclama un total de treinta piezas con la fuerza de la ley en la mano, pues el registro del almacén de un contrabandista en Suiza ha permitido documentar en detalle el origen, el «lavado» y el destino de cinco mil objetos arqueológicos saqueados en Italia y que, por lo tanto, son propiedad del Estado Italiano. Vender o comprar material expoliado es un delito, según una convención de 1970 de la Unesco, que Estados Unidos ratificó en 1983, por lo que puede ser invocada ante sus tribunales.

Puesto por el gobierno italiano ante la espada y la pared, el Metropolitan restituirá el Vaso de Eufronios, el ánfora de Eukarides, el vaso de Darius, el tesoro de Morgantina (Sicilia), formado por 15 objetos de plata dorada, y así hasta 30 piezas que figuran como obras maestras de su colección de arte antiguo. A cambio, Italia prestará para exhibición objetos de un valor cultural similar, con lo cual todos salen ganando: el Met sigue exhibiendo obras maestras, pero dentro de la legalidad, mientras que el enorme patrimonio arqueológico de Italia, mediocremente almacenado en muchos casos, gana un escaparate de gran prestigio en la Quinta Avenida neoyorquina. Como la ley italiana limita los préstamos a cinco años, los tesoros irán rotando, para mayor disfrute de los amantes de la arqueología en la Gran Manzana.