León | EUROPA PRESS 16/05/2009
El museo del Instituto Bíblico y Oriental (IBO) de León ha registrado la visita de 7.000 personas desde su puesta en funcionamiento, hace dos meses, quienes han podido observar restos arqueológicas del Oriente Bíblico desde el año 8.300 A.C, además de otras reliquias como textos de Mesopotamia inéditos, escrituras cuneiformes y joyas de oro halladas de la tumba del padre de Alejandro Magno.
En el museo del centro se pueden contemplar varias piezas bíblicas como la ‘Biblia de los 70’, un papiro que data del siglo III realizado por 70 sabios que se reunieron en Alejandría para traducir «en poco tiempo» el texto del Antiguo Testamento al griego.
Asimismo, alberga un osario contemporáneo a Jesucristo proveniente de Jerusalén cuya función era guardar los huesos de los restos de difuntos o un lienzo del siglo I similar al que se utilizó para envolver a Cristo.
En la planta baja de las instalaciones hay restos arqueológicos del Oriente Bíblico desde el año 8.300 A.C. hasta la Edad de Hierro, además de cerámicas y restos de cuencos procedentes del Éufrates.
Además, el museo recoge textos arcaicos desde el año 3.400 A. C. hasta el año 600 A.C. con los que se muestra la evolución de la escritura cuneiforme, así como textos religiosos de Mesopotamia inéditos como un himno al Dios Nergal.
Igualmente, entre los documentos que atesora el IBO se encuentra un texto de un hijo del rey Sargón I, Manishtushu, el hombre que inició la mundialización o un contrato de adopción del siglo XIX A.C, la base del derecho romano o el belén hispano-napolitano Antonovich.
ALEJANDRO MAGNO
Además, desde su puesta en funcionamiento el IBO expone una colección cedida por Francisco Antonovich, ‘El itinerario religioso de Alejandro Magno’, donde se realiza un recorrido por la faceta religiosa del personaje.
En la muestra hay una representación del personaje asimilado al Dios Sol; joyas de oro de su padre Filipo halladas al descubrir su tumba o una escultura de Alejandro Magno con escamas de la Medusa, una pieza de la que sólo existe otra en el mundo recogida en el museo del Louvre (París) aunque de menor tamaño.
Además, hay representaciones de la llegada de Alejandro Magno a Oriente, cuando nació el arte Gandhara; objetos hallados en Afganistán de plata o cuatro esculturas de la cabeza de Alejandro Magno.