Lucía González | Madrid www.elmundo.es 11/06/2010
Se creó en la época del nacimiento del ‘pop art’ y de ‘Yellow Submarine’.
El mayor de los héroes griegos nunca fue tan pop como cuando lo pintó en viñetas hace cuatro décadas Miguel Calatayud. Una nueva edición de ‘Los 12 trabajos de Hércules’ (Ediciones De Ponent) recupera un cómic de colorido brillante de este artista, Premio Nacional de Ilustración 2009, que comenzó su carrera en los 60 con un particular enfoque estético y conceptual en tebeos, libros infantiles y juveniles y publicidad.
Es una edición riquísima en prólogos. Ocho expertos enmarcan todos los porqués del libro, publicado por entregas en un primer momento en la revista de cómic ‘Trinca’. Calatayud decidió presentar al personaje más humanizado, ajeno a la intervención de las deidades del Olimpo, «a excepción del trabajo undécimo, la fantástica aventura en complicidad con el gigante Atlas en su delirante papel de sostenedor del firmamento».
El ilustrador y guionista, premio a la Mejor obra en el Salón del Cómic de Barcelona de 1997 por ‘El pie frito’, reivindica además el papel de la mitología antigua como material de creación gráfica en la actualidad. «La abundancia, la gran riqueza de los relatos, permanecen con su enorme poder de sugestión, siempre intacto, dispuestos a ser revisados en cualquier momento», escribe.
Antonio Altarriba, guionista de la premiadísima ‘El Arte de Volar’, que firma uno de los ocho prólogos, explica que el autor había publicado dos años año antes de ‘Los 12 trabajos de Hércules’, en 1970, Peter Petrake (reeditado por El Patito Editorial). Fue «una irrupción absolutamente innovadora en el mundo del cómico», afirma, con la que Calatayud demostró que el cómic «puede ser artístico» y «permeable a las corrientes artísticas del momento». Aquella era la época del ‘pop art’ y de la película protagonizada ‘Yellow submarine’, de George Dunning protagonizada por los Beatles.
«Utiliza la mitología como guion suponía en la época una clara apuesta por la dignificación de la historieta Catalayud quiere demostrar que este medio no solo permite abordar relatos infantiles o aventuras de ‘serie b'», explica Altarriba, quien subraya que la gran aportación de Catatayud es la cromática: «El fogonazo que todavía hoy deslumbra al lector nada más abrir el álbum proviene de colores intensos, casi saturados».
Junto a Altarriba, firman los prólogos Luís Gasca, Pedro Porcel, Antonio Altarriba, Felipe Hernández Cava, Pedro F. Navarro, Francisco Naranjo, Micharmut y Álvaro Pons.