Granada www.granadahoy.com 11/12/2009

Los especialistas son escépticos sobre la posibilidad de que los restos tengan un gran valor.

Los picos de las obras del Metro han sacado a la luz en la zona del campus de Fuentenueva un grupo de tumbas de la época romana. Hasta ahí pudo leer ayer Pedro Benzal, porque actualmente están trabajando codo con codo los arqueólogos de la empresa privada encargada de realizar los trabajos y los de la Delegación de Cultura. La importancia determinará lo que sucede, pero el hallazgo de otras tumbas romanas en espacios más o menos cercanos de la ciudad puede ser orientativo de lo que sucederá aquí, aunque siempre puede haber sorpresas.

La catedrática de Arqueología de la UGR Margarita Orfila recuerda que «también se han encontrado hallazgos de este tipo en el Colegio de la Presentación y en el Camino de Ronda, donde estaba la antigua Alsina Graells».

Los enterramientos romanos encontrados allí y en otras zonas de Granada más lejanas, como la intersección de la calle Primavera con Bruselas, «son construcciones sencillas sin mucho valor monumental».

Antonio Malpica, también catedrático de Arqueología de la Universidad de Granada, precisa que la monumentalidad o no de los restos es el factor clave que determinará su conservación -y en ese caso una variación en el trazado del Metro-. «Cuando se sacan los muertos poco hay que conservar, pero depende mucho de qué época romana sea el asentamiento. Los más tardíos suelen ser menos monumentales, aunque las necrópolis romanas tienden más a eso que las islámicas».

Tanto la especialista en el periodo romano como el investigador centrado en la Edad Media coinciden en señala que lo más probable es que se trate de una zona de enterramientos de una antigua villa romana, establecimientos rurales que crecieron en torno a las explotaciones agrícolas. «Solían crecer en los campos de la ciudad y finalmente terminaban haciendo su propia necrópolis», explica Orfila, para quien la ciudad romana se encuentra en la zona del Albaicín.

En opinión de la arqueóloga es poco probable que el descubrimiento de Fuentenueva provoque la modificación del trazado. «No creo que el número de tumbas sea suficiente para eso. Hay que tener sentido común. Si los restos son simples documentos, pero no monumentos, la obra seguirá adelante. El grado de valor de los restos lo determinará en su momento la Comisión de Patrimonio, aunque los enterramientos romanos que han aparecido en otros lugares son construcciones sencilla».

Orfila cita alguno de los últimos ejemplos. «En el Albaicín se ha encontrado el último canal de aguas romano y sólo se ha dejado expuesta una parte. La ciudad tiene que seguir su curso».

Para Malpica lo sucedido demuestra la deficiente planificación en una ciudad con tanto patrimonio arqueológico. «Si las cosas se plantearan antes de ejecutarlas y se hicieran los estudios previos se evitarían estas sorpresas».