J.P.Y. / Barcelona www.abc.es 28/10/2005
En el año 66, de nuestra era, Nerón envió a Egipto al tribuno Claudio Emiliano para llevar una embajada al país de Meroe y proseguir hasta las legendarias fuentes del Nilo. este extraordinario episodio aparece en las crónicas de Séneca y Plinio el Viejo sirve de telón de fondo a la narración «La boca del Nilo» (Edhasa) de León Arsenal, un marino que estuvo en la Primera Guerra del Golfo, metido a fabulador. En la expedición, lejano precedente de las que en el XIX llevaron a Burton y otros a donde nace el gran río faraónico, se mezclan todos los ingredientes posibles para un relato histórico y de aventuras: Una bella sacerdotisa nubia, los intereses de los pretorianos y los de las marcas militares de un imperio romano en expansión.
Claudio Emiliano y el prefecto Tito compiten por el amor de Senseneb, y una serie de personajes como el espía Paulo, Basílides el bibliotecario de Alejandría, Mery thot sacerdote egipcio, el mercenario griego Demetrio, el cronista Valerio Félix y el narrador Agrícola. Como en todas las grandes aventuras todos tienen mucho que perder y más que ganar, en la larga travesía por las aguas del padre Nilo.