Gijón | EFE 10/07/2006
Una buena novela histórica es un coctel que necesita cuatro ingredientes líquidos esenciales: «sangre, sudor, vino y semen», según opina el escritor alemán Gilsbert Haefs, que hoy participó en la Semana Negra de Gijón.
Gijón | EFE 10/07/2006
Una buena novela histórica es un coctel que necesita cuatro ingredientes líquidos esenciales: «sangre, sudor, vino y semen», según opina el escritor alemán Gilsbert Haefs, que hoy participó en la Semana Negra de Gijón.
Haefs y el español Pedro Gálvez presentaron hoy en Gijón sus últimas obras en las que bucean en los personajes del imperio romano para dar una versión distinta de la historia oficial.
El novelista alemán ha conseguido en «La amante de Pilatos» abordar el cristianismo desde una perspectiva critica con la sociedad romana, y Gálvez ha diseñado un Séneca que viaja hacia la libertad, lo que le conduce a la muerte en «El maestro del emperador».
Ambos escritores han presentado hoy sus últimos trabajos en la Semana Negra de Gijón, certamen al que han sido invitados por considerarlos la organización como «los mejores autores de novela histórica en la actualidad», según indicó el director de este festival multicultural, Paco Ignacio Taibo II.
Gálvez reconoció que su novela plantea el conflicto de los intelectuales con el poder en un relato que muestra una faceta poco conocida de Séneca, quien a los 65 años decide «hacer lo que le da la gana».
El novelista español reivindicó el derecho de Séneca a transformarse, «a cambiar todo lo que había sido su vida», y valora el aporte intelectual de un personaje que sentó la base moral del cristianismo.
En «La amante de Pilatos», Gilsbert Haefs reflexiona sobre la complejidad de un momento histórico y político con un relato de aventuras en el que los protagonistas asumen roles combinados de putas, príncipes, espías o guerreros, y en algún caso todos a la vez.
Haefs explicó que en la novela hay «una princesa puta, un guerrero también puto, y casi todos espían porque en un momento tan complicado de la historia todo el mundo quiere saber lo que esta pasando en un pueblo ocupado por los romanos, que fue destruido en el año 7 a.C. y hoy es la capital de Yemen».
Se trata, según el autor, de un camino para la búsqueda de la fortuna, del amor y de la verdad que se alterna con juegos para divertimento de los lectores porque «toda buena novela necesita cuatro líquidos: sangre, sudor, vino y semen».
Gálvez coincidido con Haefs en que esa fórmula «funciona» pero en su último trabajo no ha desparramado «tanto fluido seminal en las páginas porque no encajaba con la imagen que quería dar de Séneca al final de su vida».
En cambio ha prometido «sexo a punta de pala» en la novela que está escribiendo sobre Agripina, la madre de Nerón, emperador con el que empezó una tetralogía del imperio romano hace 20 años, que no sedujo a los editores españoles hasta después de haber sido publicada en Alemania en la lengua de Goethe.
La XIX edición de la Semana Negra de Gijón esta dedicada fundamentalmente a la guerra civil española, aunque reserva algunos espacios para otras temáticas de la novela histórica y sin perder de vista su vinculación de origen con el genero policíaco, según explicó Taibo II.
En la jornada de hoy se inauguró el X Encuentro Internacional de Fotoperiodismo que se realiza de forma paralela a la Semana Negra y que tiene como eje central una exposición fotográfica sobre la Guerra Civil con los fondos documentales de la agencia AP, del archivo del Partido Comunista de España y obra actual sobre las fosas comunes.