Manuel Rodríguez (Écija) www.elcorreoweb.es 15/05/2011
El posible delito cometido sobre parte de la ciudad donde acampó César prescribió hace un año.
El Defensor del Pueblo Andaluz, José Chamizo, ha emitido una resolución en la que lamenta la «impunidad» con la que fue supuestamente destruido un yacimiento arqueológico romano en el cortijo Los Cosmes, en la carretera de Écija a El Rubio, en término municipal astigitano.
En concreto, Chamizo reprocha al Ayuntamiento y a la Consejería de Cultura que no hicieran nada por evitar la demolición de los restos, ya catalogados como protegidos en el Plan de Ordenación Urbana (PGOU) de 1987, y que fueron destruidos a cuenta de la construcción de una nave agrícola sin la preceptiva licencia de obras.
Los hechos se remontan a abril de 2005, cuando unos promotores reclamaron al Ayuntamiento de Écija una licencia de obras para levantar una nave agroindustrial, lo que implicaba la demolición de los vestigios. Las obras empezaron en agosto de ese año «pese a no haber sido resuelta aún la solicitud de licencia» y el día 31 de ese mismo mes, el arqueólogo municipal inspeccionó el lugar y dio cuenta del «inicio de las obras de cimentación, con demolición de los restos», todo ello «apreciando una posible afección al yacimiento».
Por eso, el 2 de diciembre de 2005, el Ayuntamiento ordenó la suspensión de las obras y abrió expediente, trasladando los hechos a la Consejería de Cultura, que sancionó al particular en mayo de 2008 con una multa de 8.400 euros. Para entonces, el promotor ya tenía la licencia de obras preceptiva – le fue concedida en septiembre de 2006-. «Habían transcurrido 29 meses desde el momento en que se produjo la recepción de la denuncia procedente del Ayuntamiento», destaca la resolución de Chamizo sobre la sanción de Cultura.
El promotor recurrió la sanción alegando, entre otras cosas, indefensión por no saber que existía un yacimiento arqueológico. El recurso fue estimado por Cultura, que no abrió un nuevo expediente sancionador «por considerar que no se había producido error en la tipificación de la infracción, sino una inexistencia de infracción administrativa por parte del promotor».
De cualquier modo, Chamizo reprocha al Ayuntamiento que no sancionase la primera infracción al comenzar las obras sin la preceptiva licencia y que legalizase los trabajos «sin exigir previamente una prospección arqueológica», si bien es cierto que paró la obra y remitió el expediente a la Junta. Igualmente, que Cultura «dilatase tanto» la incoación del procedimiento sancionador, que no impusiese «figuras de protección singularizada» sobre el yacimiento y que tampoco elevase los hechos al Ministerio Público.
Con todo, el presunto delito habría prescrito ya en agosto del año pasado, por lo que también la queja del Defensor del Pueblo Andaluz llega casi un año tarde.
César estuvo allí. El yacimiento destruido no es cualquier cosa. Está identificado como parte de un asentamiento urbano romano con una cronología que se extiende desde época republicana hasta los años del gobierno de Marco Aurelio (161-180 d.C.). Además, los arqueólogos señalan que aparece mencionado en las fuentes documentales romanas como la ciudad de Carruca (la Marruca, de Plinio), donde Julio César acampó antes de la decisiva batalla de Munda, en la que derrotó a los hijos de Pompeyo y puso fin a la guerra civil.