Valencia | EUROPA PRESS 31/02/2008
El presidente del Consejo Valenciano de Cultura (CVC), Santiago Grisolía, manifestó hoy que «sería una animalada» revertir las obras de restauración del Teatro Romano de Sagunto (Valencia) e instó a emplear el dinero que costará esa intervención a la recuperación del Castillo de la localidad, «que se está cayendo trozo a trozo», lamentó.
Valencia | EUROPA PRESS 31/02/2008
El presidente del Consejo Valenciano de Cultura (CVC), Santiago Grisolía, manifestó hoy que «sería una animalada» revertir las obras de restauración del Teatro Romano de Sagunto (Valencia) e instó a emplear el dinero que costará esa intervención a la recuperación del Castillo de la localidad, «que se está cayendo trozo a trozo», lamentó.
El responsable del órgano consultivo –que hizo estas declaraciones a preguntas de los medios tras la presentación de la donación del fondo sobre el Teatro Talía de la actriz Isabel Tortajada– reconoció que «yo hubiera hecho una cosa distinta» a la propuesta de Grassi y Portaceli pero, aún así, se declaró «claramente en contra de deshacer lo que se ha hecho».
En este sentido, comentó que «a mí me gusta más la piedra que el mármol y hubiera hecho otra cosa más acorde» con el original «pero ya que está hecho sería una animalada romperlo porque más vale emplear ese dinero en algo que lo que el Consejo Valenciano de Cultura tiene mucho interés, que es el Castillo de Sagunto, que es una verdadera pena que no se mejore», defendió.
Grisolía citó la frase «seguimos discutiendo y mientras tanto Sagunto se cae» y opinó que ahora «es la misma historia, seguimos hablando, hablando y hablando y mientras el pobre Castillo de Sagunto va cayendo trozo a trozo».
Asimismo, consideró que las cosas «cambian con el tiempo». «Cuánto tiempo lleva el teatro modificado», se preguntó el profesor, para quien «en 20 años más nadie se acuerda».
Santiago Grisolía recordó también el CVC emitió un informe sobre el proyecto de reintegración del Teatro Romano de los arquitectos Grassi y Portaceli.
El organismo cultural aprobó un informe en 1987 sobre la intervención cuyos ponentes fueron Emilio Jiménez, JuliánEnrique A. Llobregat Conesa y Rafael Ramos Fernández, al que se dio luz verde en el pleno del 21 de diciembre de aquel año.
En ese texto, se dice que el «el Teatro Romano de Sagunto, Monumento Histórico Artístico desde 1896 se ve sometido a un continuo y acelerado deterioro, debido a las destrucciones voluntarias de que fue objeto en el pasado siglo y en la actualidad al uso abusivo y descuidado que se ha hecho de él para toda suerte de actividades incompatibles con su conservación, actividades que han deteriorado no sólo lo que quedaba de antiguo sino incluso los trabajos de consolidación y restauración más recientes».
Sus conclusiones advirtieron también de que «no se puede reconstruir aquello que no se haya ampliamente documentado. Además que la legislación española en esta materia siempre ha exigido que se evitará la reconstrucción, sin la documentación necesaria -que no existe en este caso concreto- cualquier intento en ese sentido se convertiría en un pastiche, contra la arqueología, la historia y el arte».
GARANTÍAS DE CONSERVACIÓN
Los ponentes agregaron que «se ha de buscar por tanto una fórmula cual es la reintegración arqueológica propuesta por los autores del proyecto, señores G. Grassi y M. Portaceli, que es la que ofrece más garantías de conservación de lo antiguo y de adecuada utilización de las partes de nueva fábrica que habrán de ser construidas para volver a dar al edificio sus volúmenes completos y una posibilidad de uso que no sea destructor del monumento como acontecía hasta ahora». Por todo lo expuesto, «creemos que es deseable y urgente que se lleve a cabo la ejecución del proyecto presentado», consideró entonces el CVC.