EFE 09/12/2009
El secretario general del Consejo Supremo de Antigüedades de Egipto, Zahi Hawass, comenzará mañana una visita a Londres para exigir al Museo Británico que autorice el regreso de la Piedra de Rosetta a su lugar de origen 208 años después de que soldados del Reino Unido la sacaran del país.
«Nuestro patrimonio cultural nos fue arrebatado a lo largo de toda nuestra historia. Es importante para los egipcios que nos sea devuelto», insistió Hawass en declaraciones al periódico «The Times» tras calificar la Piedra de Rosetta de «icono de la identidad egipcia».
La piedra es una de las piezas más importantes de las que se exponen en el Museo Británico ya que es considerada como el elemento clave que permitió desvelar la escritura jeroglífica.
Un grupo de soldados franceses la descubrieron en 1799 tras demoler una tapia del pueblo egipcio de Rashid, una localidad que llamaban «Rosetta», durante la ocupación del país por parte de las tropas francesas de Napoleón. La piedra, que pasó en 1801 a manos británicas, lleva en su superficie grabado un texto, la primera parte en griego y la segunda en jeroglífico, que fue estudiado e interpretado por el francés Jean-François Champollion.
Hawass aprovechará su visita a la capital británica para reunirse con otros egiptólogos -él también lo es-, y llega al Reino Unido con la satisfacción de haber logrado el regreso de cinco fragmentos de frescos pertenecientes a una tumba egipcia que conservaba el parisino Museo del Louvre. Egipto decidió suspender la cooperación arqueológica con el museo francés hasta que no le fueran devueltas estas piezas, amenaza que consiguió que el actual ministro de Cultura, Frédéric Mitterrand, aceptara el regreso de los frescos sólo dos días después.
Mutis por el foro
Hawass reclamó por primera vez la devolución de la Piedra de Rosetta en julio de 2003, aunque sólo consiguió que el Museo Británico enviara una réplica a Egipto en 2005. Este museo reiteró ayer mismo a «The Times» que no se plantea devolver la pieza original a su país de origen.
Algunos expertos han alertado de que los objetos de valor no son conservados de forma adecuada en los museos egipcios, a lo que las autoridades del país africano responden que ha invertido más de 110 millones de libras -unos 120 millones de euros o 180.000 dólares- en los lugares donde descansa su patrimonio cultural. El secretario general del Consejo Supremo de Antigüedades de Egipto se jactó de ser el responsable del regreso de más de 5.000 objetos al país desde que llegó a este puesto.