Miguel Jurado Molina | Madrid 25/05/2007

Estimados amigos, recuerdo cuando leí por primera vez palabras parecidas a estas y referencias a la obra de ingeniería (romana – medieval) de la Senda del Arcediano, Camino del Almagre o Calzada Romana de Sajambre.

«Desde la Portillera de Entramboscaminos hasta la antigua portillera, ya en la vecindad del inicio del descenso hacia Oseja, constituye una obra de ingeniería civil admirable. Al hablar de este tramo de camino es difícil sustraerse al superlativo: todo es aquí magnífico y admirable.

La Senda salva en este pequeño trecho, con una trazado casi horizontal, los difíciles espolones rocosos que caen de la Peña Burdió. Estos mismos espolones o contrafuertes rocosos hicieron precisa la excavación de un largo túnel para abrir paso a la carretera que discurre por debajo de la propia Senda del Arcediano. Para vencer este paso se abrieron en la roca grandes tallas en forma de escalón, y se complementó el firme de la Senda con largos muros de contención sobre las laderas inferiores, todo ello para lograr un ancho de amplio camino carretero. Pero, sobre todo ello, produce admiración, en un espíritu medianamente observador, las excavaciones de trincheras de varios metros de profundidad en plena roca. Al final de este sector se abre, ante los ojos del caminante, el entero valle de Oseja con la corona de cumbres que lo bordean. La tercera y última parte de este tramo corresponde al descenso de la Senda hacia Oseja».

Recuerdo la primera vez que pise estas piedras y aprecie las rocas ennegrecidas de lo que parecía eran restos de esta prodigiosa obra hecha «Fuego y Agua».

¡Pues esto ya no es posible!, alguien en una ignorancia extrema del valor del patrimonio histórico de su tierra, ha decidido construir una canalización en el centro de esta Senda, en el mismo Entramboscaminos a la altura del Verrunde, destruyendo de forma irrecuperable una huella histórica documental, de esta forma de trabajar la piedra a fuego y agua, quizá la mejor conservada que yo conocía, (incluidos los carriles romanos de la Cabrera), pues la maquinaria ha roto, destruido y esparcido este suelo rocoso ennegrecido testigo de una forma de trabajar la piedra que podremos contar, pero no enseñar gracias a la siempre presente IGNORANCIA de algunos.

ENLACES: www.sendadelarcediano.com