www.panoramagriego.gr 28/11/2013
Tebas, la ciudad natal del mítico héroe Hércules y de personajes brillantes, como los poetas Hesíodo y Pindaro o el general y político Epaminondas, ha jugado un papel predominante en la vida de la Grecia Antigua tal y como atestiguan los numerosos mitos ligados a la ciudad, así como los restos arqueológicos hallados en la zona.. Aunque su poder hegemónico duró poco, pasó a la historia como la ciudad que consiguió su breve hegemonía sobre Grecia derrotando al invencible ejército de Esparta.
A corta distancia de Atenas (88 kilómetros), está situada en una llanura fértil, a 180m. sobre el nivel del mar y tiene una población de 34.000 habitantes aproximadamente.
Su historia:
Según la tradición, Tebas fue fundada por Cadmo, hijo de Agenor, rey de Fenicia, al que debe su nombre de Cadmea que, más tarde, se restringió a la ciudadela. Su rico pasado mitológico representa la mayor parte de la mitología griega, con mitos encantadores y didácticos que nutrieron con los altos ideales a todas las generaciones.Toda la región de Beocia, así como su capital Tebas, jugaron un papel protagonista en la mitología griega. Su nombre en plural “Tebas” (Θῆβαι en griego antiguo) se atribuye a sus catorce puertas, relacionadas directamente con el mito de Niobe quien fue esposa de Anfión, rey de Tebas. Fue en esta zona, concretamente en Parnasós, donde Deucalión y su descendiente Heleno se salvaron del diluvio de Zeus.
En los años heroicos, todas las grandes expediciones panhelénicas tienen a Tebas como punto de referencia: el viaje de los argonautas es casi una cuestión de Beocia, mientras la expedición de Troya se organizó en Tebas. De tierras tebanas salió Edipo cuando descubrió que había matado a su padre y se había casado con su madre y en las mismas tierras sus hijos, Eteocles y Polinices, se disputaron por el trono de la ciudad. La guerra civil entre los dos hermanos, que acabó con la derrota de Polinices, dio lugar al asedio y ataque de la ciudad por parte de la alianza de los “Siete contra Tebas” y, más tarde, provocó la guerra que desataron los Epígonos contra la ciudad. Todos estos hechos fueron objeto de los poemas Tebaida y Epígonos e inspiraron a los grandes dramaturgos clásicos, Sófocles, con su serie Edipo, y Esquilo con su célebre obra “Siete contra Tebas”.
Eterna enemiga de Atenas, llegó a aliarse con los persas contra todos los griegos en la batalla de Platea (479 a. C.), mientras en la Guerra de Peloponeso se alió, naturalmente, con los espartanos contra los atenienses.
Sin embargo, poco más tarde, su temor por el poder creciente de Esparta le condujo a una guerra civil con su hasta entonces aliado sobre el que se impuso gracias al estratega Epaminondas. Se inauguró entonces su breve período de hegemonía sobre Grecia.
En el año 335 a. C., sucumbió al poder de Alejandro Magno quien destruyó completamente la ciudad respetando únicamente la casa del poeta Pindaro. Fue reconstruida en 315 a. C. por Casandro de Macedonia para volver a ser destruida por los Romanos en el s. II a. C.. Es la época en que las ciudades griegas, y por tanto Tebas, pierden importancia dado que el centro de gravedad de la civilización helénica se traslada a los reinos helenísticos.
Durante el Imperio Bizantino, Tebas pasó a ser la capital de la unidad periférica (Tema) de Grecia y vivió un período de expansión económica que ni las invasiones de los Búlgaros (1040) ni, más tarde, de los Normandos (1147) consiguieron parar. Fue ocupada, también,por los almogávares de la Gran Compañía Catalana que la convirtieron en su capital después de 1311, y fue integrada en el ducado de Atenas. En 1458 cae bajo el control del Imperio Otomano y es regalada a la “sultana válida” (la madre del sultán). En esa época es renombrada «İstefe» y queda reducida sólo a la ciudadela de Cadmea. El dominio turco dura tres siglos y medio, hasta 1829 cuando es liberada por los independendistas griegos pasando, tres años más tarde, a formar parte del joven Reino de Grecia.
En el período contemporáneo, Tebas es un importante centro comercial de la zona con un considerable desarrollo agrícola e industrial. En 1920 deja de ser la capital de Beocia en beneficio de la cercana Livadiá pero sin perder su importancia económica que sigue creciendo, principalmente, gracias a la masiva instalación de griegos refugiados de Asia Menor.
Monumentos y lugares a visitar:
Tebas dispone de uno de los más importantes museos arqueológicos del país que recoge una amplia colección de antigüedades y hallazgos localizados en la zona de Beocia.
Sus esculturas de la época arcaica, las estelas de la época clásica, la colección de sarkófagos con decoraciones pintadas del período micénico, entre otros, son de gran valor histórico. En el patio del museo se encuentra la torre de Saint Omer, la única parte conservada de una fortaleza medieval destruida por los catalanes en 1311.
Otros monumentos son: El palacio micénico “Kadmeo”, las ruinas del Templo de Apolo Ismenio, el monumento de Anfion, los restos de las tumbas de los hijos de Edipo, el sitio arqueológico de Platea, el Trofeo de Epaminondas, la fuente de Edipo, la fuente de Dirce en el Acueducto franco (un monumento del período de la ocupación otomana) y la zona del antiguo puerto de Sifai (o Tifai) donde se construyó la nave Argo para el viaje de los Argonautas.
Además, Tebas lleva bien marcada la impronta de su largo pasado bizantino, hecho que demuestra su gran número de iglesias de los períodos paleocristiano, bizantino y post-bizantino, con impresionantes hagiografías, iconos únicos y valiosos objetos eclesiásticos.
FUENTE: http://www.panoramagriego.gr/2013/11/descubriendo-tebas-la-ciudad-de-los.html